La iniciativa aragonesa para la sostenibilidad y la eficiencia del Sistema Nacional de Salud propone el debate sobre la financiación autonómica, las prestaciones, la atención a la dependencia y la planificación de profesionales

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Madrid, 12 de mayo de 2023.- Según la Excma. Sra. Da. Sira Repollés, Consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, “el objetivo general y predominante de los servicios sanitarios debería ser lograr un valor elevado para los pacientes, entendiendo por valor los resultados en salud obtenidos por unidad monetaria empleada. En este sentido, si se incrementa el valor generado, pacientes, financiadores, clínicos y proveedores se benefician todos y mejora la sostenibilidad económica del Sistema”. Para ello, el Sistema debe estar orientado a resultados, aumentando de forma equitativa intervenciones efectivas, reduciendo las intervenciones efectivas en pacientes no-elegibles, las intervenciones por una alternativa más coste-efectiva y las intervenciones esencialmente inefectivas, mejorando la calidad de los cuidados y reduciendo los problemas de seguridad. En cuanto a los indicadores de valor, Sira Repollés apunta: “La intensidad o grado de cobertura, los Sistemas de prestación de la asistencia sanitaria y la Gobernanza y asignación de recursos, siendo los efectos de las políticas e instituciones sobre la esperanza de vida, y el gasto público sobre los determinantes de salud el grado de cobertura, el grado de financiación y la protección a los más vulnerables lo más costo efectivo y a mucha distancia la regulación de precios, el copago, el número de profesionales que atienden en hospitales y la definición de la cartera de servicios”.

 

En este marco, es fundamental tener en cuenta la sostenibilidad del Sistema. Desde hace tiempo, se está poniendo en cuestión la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud sobre la base de que existe en España un supuesto elevado gasto sanitario, una alta utilización de los servicios sanitarios incentivada por la gratuidad en el momento del uso, la existencia de deudas importantes con los proveedores de las distintas comunidades autónomas y una supuesta tendencia a un crecimiento incontrolado del gasto sanitario. “Hay una necesidad de afrontar la sostenibilidad de nuestro Sistema de Salud, en el sentido de la ciudadanía tenga interés en su sistema público de salud, en que sus impuestos se dediquen a pagar profesionales y servicios en los que confían, en que hoy la opción subsidiaria de los seguros privados no se convierta en su alternativa de preferencia, que en el extremo condujese a un sistema para quien lo pueda pagar y un sistema de beneficencia”, explica Sira Repollés.

 

Éste es el marco situacional con el que Sira Repollés ha introducido la presentación de la INICIATIVA ARAGONESA PARA LA SOSTENIBILIDAD Y LA EFICIENCIA DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD, en su intervención en la Conferencia Calidad, Innovación, Eficiencia en la Salud. Aportando Valor de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y la Fundación Española de Directivos de la Salud (Fundación SEDISA), que ha contado con la colaboración de Idorsia. Dicha Iniciativa, en el marco de la aportación de valor, propone el debate sobre la financiación autonómica, las prestaciones, la atención a la dependencia y la planificación de profesionales. En palabras de José Soto Bonel, presidente de SEDISA, “es fundamental poner en común, conocer y analizar las experiencias y proyectos autonómicos dirigidos a la Gestión Sanitaria Basada en Valor, muy necesaria en el presente y futuro y para lo que es necesario la profesionalización de los Directivos de la Salud” y, precisamente, “el objetivo de este Ciclo de Consejeros es crear un punto de encuentro en el que analizar los retos del Sistema, conocer las iniciativas de las comunidades autónomas en términos de calidad y eficiencia”, explica Jesús Sanz Villorejo, Vicepresidente de la Fundación SEDISA. “En dichas iniciativas, es fundamental el papel de los Directivos de la Salud y la Gestión Sanitaria”.

 

En palabras de Sira Repollés, “este debate es necesario por los desequilibrios en gasto per cápita entre comunidades autónomas, la (in)suficiencia financiera que impone el actual sistema de financiación autonómica, las insuficiencias del sistema de acreditación, capacitación y provisión de recursos humanos, las limitaciones de la gobernanza en la incorporación y suspensión de prestaciones sanitarias y el escaso profesionalismo gerencial”. Y éste es el objetivo de la INICIATIVA ARAGONESA PARA LA SOSTENIBILIDAD Y LA EFICIENCIA DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD, un documento que pretende introducir un marco de debate nacional que se traduzca en abordar las insuficiencias del Sistema con compromisos políticos de largo recorrido y para el conjunto del Estado.

 

Nuevo pacto de financiación autonómica

Según explica la Consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, la financiación debería reflejar las necesidades de gasto reales de las comunidades autónomas, muy influidas por el sobreenvejecimiento y la sobredispersión poblacional; sobre qué cláusulas de protección son necesarias para evitar brechas de gasto per cápita entre comunidades autónomas o qué cláusulas de protección mitigarían la distinta evolución del gasto sanitario y el PIB (Producto Interior Bruto) nominal a precios de mercado. “Existe una subfinanciación sanitaria en comparación con otros países de nuestro nivel económico y de desarrollo. El problema en gran parte se fundamenta en la baja presión fiscal de nuestro país y en la sistemática retirada de impuestos (patrimonio, sucesiones) que reduce la recaudación de manera más importante en momentos de crisis”, explica Sira Repollés. “Otro hecho derivado de este modelo inadecuado de financiación autonómica consiste en que los ingresos de las comunidades autónomas destinados para la sanidad carecen de mecanismos de control para garantizar su posicionamiento concreto en los presupuestos sanitarios”.

 

La INICIATIVA ARAGONESA PARA LA SOSTENIBILIDAD Y LA EFICIENCIA DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD establece, en este marco, que el debate en torno a la financiación autonómica debe buscar acordar qué determinantes de gasto, más allá de la población residente, reflejarían mejor las necesidades de gasto sanitario a la luz de los shocks de las pasada décadas; sobre esta base de necesidad, cuál debería ser el mecanismo de solidaridad interterritorial que mejor atendiese las diferencias en necesidad de cuidados de nuestra población; cuál sería el mecanismo de garantía para equilibrar eventuales diferencias entre el crecimiento de gasto sanitario y el de PIB nominal, y qué parte de la capacidad normativa sobre el IRPF podría transferirse a las comunidades autónomas.

 

La incorporación y decaimiento de las prestaciones del sistema de salud

Se han hecho avances interesantes en el terreno de qué beneficios y qué prestaciones debemos mantener dentro de la cartera de servicios del sistema de salud. “Ha sido muy importante la creación de la red de evaluación de tecnologías sanitarias o la incorporación de los informes de posicionamiento terapéutico como parte esencial de los procedimientos de trabajo de la Agencia Española del Medicamento y de los Productos Sanitarios”, explica Sira Repollés. “Sin embargo, quedan pendientes cuestiones fundamentales para que la decisión de política sanitaria sobre la incorporación o decaimiento de prestaciones sea un instrumento real para mantener la equidad horizontal de nuestro sistema – igual necesidad, igual prestación- al tiempo que se mejora la eficiencia social del mismo.

 

De esta forma, la INICIATIVA ARAGONESA propone, a través del debate, acordar debatir la creación de una agencia estatal para la evaluación de la inclusión de nuevas prestaciones en la cartera de servicios del sistema y cuyos dictámenes sean vinculantes; acordar la necesidad de que los informes de evaluación de tecnologías deberían vincular la decisión de incorporación o de desinversión de las prestaciones sanitarias financiadas con fondos públicos, al estilo de las atribuciones que a ese respecto ostenta la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, y acordar la adopción íntegra de las recomendaciones del Comité Asesor para la Financiación de la Prestación Farmacéutica del SNS sobre la regulación y fijación del precio de los nuevos medicamentos, y de su financiación pública.

 

Mejorar la atención a la dependencia

Si bien el sistema de salud y el sistema de atención a la dependencia funcionan como vasos comunicantes en las personas cuya complejidad médica y social deviene en un grado alto de dependencia, “la coordinación entre ambos sistemas para una prestación efectiva de los servicios que precisan es muy precaria”, afirma la Consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón. “Además, la posición de nuestro país en el contexto de la OCDE permanece con un gasto sanitario dedicado a cuidados de larga duración claramente. Esta situación hace necesario acordar nuevas condiciones de aseguramiento, financiación y prestación de servicios para aquellas personas con altas necesidades médicas y sociales, que deambulan entre el sistema sanitario y el sistema de atención a la dependencia; el incremento gradual de la proporción del PIB dedicada a atención a la dependencia hasta alcanzar a los países con mejor dotación de nuestro entorno europeo, y la incorporación de profesiones especializadas, como fisioterapeutas o terapeutas ocupaciones, con escasa presencia actual en los dispositivos de atención a personas dependientes”.

 

Una planificación de profesiones sanitarias y sociosanitarias

La gestión de los Recursos Humanos (RRHH) en el ámbito sanitario es muy compleja. Planificar en un estado de incertidumbre, la oferta formativa, los flujos de profesionales, las competencias con el estado y la dispersión lo hacen muy difícil. Al mercado laboral se le exige una gran capacidad de adaptación ante el envejecimiento de la población y de ellos mismos, la incorporación de nuevas tecnologías, las demandas crecientes de los ciudadanos, la conciliación, etcétera. De esta forma, Sira Repollés, en base a la INICIATIVA ARAGONESA, explica que el debate debe acordar “una estrategia nacional para la planificación y provisión de recursos sanitarios y sociosanitarios; ajustar la estrategia a las necesidades de la población en las próximas décadas, y coordinar la estrategia con el sistema educativo, de administración pública y de atención a la dependencia”.