Palma de Mallorca, 30 de abril de 2021.- Fomentar el desarrollo profesional de los Directivos de la Salud, así como su reconocimiento social y profesional, conseguir la certificación de las competencias directivas y la existencia de un Grado de Gestión Sanitaria son las claves de la profesionalización de los Directivos y la Gestión Sanitaria. Y las líneas de trabajo que, a través del Comité de Profesionalización, la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) tiene previsto poner en marcha. Así lo ha puesto de manifiesto Dulce Ramírez, Vicepresidenta Primera de SEDISA y responsable de dicho Comité durante la Mesa Profesionalización y Desarrollo Profesional Continuado celebrada durante las XI Jornadas Nacionales de SEDISA, que se están celebrando en formato online, con sede en Palma de Mallorca.
Respecto al Grado de Gestión Sanitaria, José Soto, Presidente de SEDISA afirma que “es un proyecto fundamental para la profesionalidad y profesionalización del Directivo de la Salud y de la Gestión Sanitaria y que da apoyo al relevo generacional de los Directivos”.
Como garante de la profesionalización de la contratación, en palabras de Dulce Ramírez, “es necesario así mismo la profesionalización de la contratación de los Directivos de la Salud y su despolitización, a través de desarrollos normativos por parte de los Servicios Regionales de Salud”. En este sentido, son positivas las iniciativas de La Ley 11/2017 de Buen Gobierno y Profesionalización de la Gestión de los Centros y Organizaciones Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud, pendiente aún de desarrollo, y el Decreto de provisión de Puestos Directivos del Servicio Andaluz de Salud, recientemente publicado. “Es necesario que las iniciativas no se queden en una declaración de intenciones y que permitan avanzar sustentando el trabajo que todos los Directivos queremos desarrollar en el marco de mejorar nuestro desempeño en las Organizaciones Sanitarias”, añade el Presidente de SEDISA.
AvanzaDPC del Directivo de la Salud
El proyecto AvanzaDPC-Desarrollo Profesional Continuo de SEDISA comenzó en 2019 con el objetivo de plantear un modelo de certificación basado en la práctica real del trabajador, que reconozca sus logros y favorezca su desarrollo profesional. La iniciativa, que cuenta con la colaboración de AstraZeneca y en el que han trabajado también la consultora Luzán 5 y el Grupo de Investigación De Evaluación de las Personas y de las Organizaciones (GIDEPO) de la Universidad Complutense de Madrid, va dirigida a facilitar la proyección de la actividad sanitaria en la comunidad, impulsar la profesionalización de las tareas de la administración y gestión sanitaria, elevar el nivel profesional de los Directivos de la Salud y poner en valor la Gestión Sanitaria de calidad.
En el marco del proyecto, se ha avanzado ya en dos líneas, la primera la elaboración y consenso del Mapa de Competencias del Directivo en el nivel de Dirección de Organizaciones Sanitarias que, según Rafael López Iglesias, miembro del Comité Asesor del proyecto y de la Junta Directiva de SEDISA, “recoge 92 competencias transversales o habilidades directivas, en 11 grupos, como Personas, Comunicación, Resiliencia, Orientación Estratégica y Toma de Decisiones, y 155 competencias técnicas o de conocimiento organizadas en cinco grupos temáticos: Administración y Gestión de Organizaciones Sanitarias, Políticas y procesos de atención al paciente, Dirección y gestión de personas en las Organizaciones Sanitarias, Gestión de Proyectos, Innovación y Calidad, y Gestión de Crisis”.
Respecto a la segunda línea de trabajo, la elaboración del Modelo de Certificación de Competencias Profesionales, valora de forma ponderada cinco áreas: la experiencia (50%), la formación (25%), los logros conseguidos (15%), la investigación (5%) y otros méritos (5%). Para poder acceder a esta Certificación, se requiere estar en posesión del título de licenciado/graduado universitario o equivalente, en cualquier carrera oficialmente reconocida en España; haber cursado y poder verificarlo documentalmente, al menos 200 horas de formación específicamente relacionada con Gestión Sanitaria y acreditada por organismos competentes, y disponer y poder evidenciarlo documentalmente, de cuatro años como mínimo de experiencia laboral acumulada en puestos de Gestión Sanitaria en los niveles organizacionales de Gerente/Alto Directivo o Directivo Sanitario (Director y Subdirector). “La idea es que el sistema funcione de forma voluntaria y complementaria a las iniciativas autonómicas que pudieran haber sido puestas en marcha, por lo que desde el inicio el proyecto se compartió con responsables de todos los Servicios Regionales de Salud”, añade Rafael López Iglesias.
Innovación y Gestión Sanitaria
Durante las sesiones celebradas hoy en las XI Jornadas Nacionales de SEDISA se ha dedicado una mesa a la innovación y la gestión sanitaria, con la colaboración de Janssen, con el objetivo de desarrollar una puesta al día del estado de la innovación en el ámbito hospitalario. Según Francisco Marí, Director Gerente del Hospital Universitario Son LLàtzer, coordinador de las XI Jornadas Nacionales de SEDISA y moderador de la mesa, “la construcción de sistemas de innovación liderados por los hospitales, basados en la estrecha colaboración público-privada, será sin duda un catalizador tanto para la eficiencia y calidad hospitalaria, y también para que la salud actúe como eje de desarrollo económico y social”. No obstante, existen barreras para la existencia de cultura de innovación para aplicar ésta en los procesos desde la perspectiva de la Gestión Sanitaria, “como el propio modelo hospitalario de organización y dirección y, asimismo, el hecho de que los sistemas actuales de contratación de personal no ayuden a captar talento”, explica Francisco Marí.
Dentro de la implementación de la innovación, es fundamental además la materialización de la traslación de la investigación a la clínica, para lo que también existen importantes retos. En palabras de Francisco Marí: “Los retos más importantes para la materialización de la traslación de la investigación a la clínica son incrementar la financiación pública en I+D+i, diseñar incentivos que estimulen el emprendimiento, cambiar el modelo de hospital actual e idear un sistema de colaboración estable entre empresas y los centros de innovación”.