Córdoba, 15 de diciembre de 2022.- La gestión de equipos, de las terapias respiratorias y la importancia de los equipos multidisciplinares son las claves para que los Servicios de Neumología, los que todavía sufren la sobrecarga como consecuencia de la Covid-19, funcionen de una manera adecuada. Así se ha reflejado durante la 8ª Edición de las Jornadas de Jefaturas de Servicio de Neumología, organizada por la Agrupación Territorial de SEDISA (Sociedad Española de Directivos de la Salud) en Andalucía con la colaboración de Boehringer Ingelheim. Estas jornadas nacen con la finalidad de poner en común todos los problemas y soluciones que los profesionales detectan en su día a día con el objetivo común de conseguir una mejora en el Sistema Asistencial.
Agustín Valido Morales, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, apunta que el foco debe ponerse en la organización: “Debemos de ser conscientes de los recursos que disponemos actualmente, con una falta evidente de neumólogos, y organizarnos en base a estas circunstancias, consolidando las plazas de los actualmente eventuales y estableciendo un nuevo modelo en la distribución de los recursos”. Conseguir este nuevo modelo supone realizar un cambio en los modelos de contratación. Para poder optimizar al máximo todos los recursos es necesario que el personal que trabaje en dicho servicio tenga “un contrato de larga duración, para poder asegurar una atención asistencial adecuada y la continuidad de las carteras de servicio que cubran la demanda de la población”, debido a que en muchas ocasiones el puesto no está cubierto el tiempo suficiente. Por otra parte, será necesario establecer estrategias que permitan una retención de talento a través de una oferta laboral y desarrollo profesional atractivos. Del mismo modo la integración de los neumólogos en equipos asistenciales multidisciplinares es esencial para el abordaje de patologías como la EPID (Enfermedad Pulmonar Intersticial Difusa) o la atención paliativa de los pacientes respiratorios. En todos estos procesos disponer de una enfermería especializada con un mayor nivel de responsabilidad y carga asistencial complementaria será clave.
La mayor responsabilidad de la enfermera se conseguiría gracias a la enfermera gestora, tal y como apunta María Torres Vargas, Enfermera Responsable de EPID en el Hospital Universitario de la Paz de Madrid. “Se trata de una enfermera con capacidad de tomar decisiones complejas portando autonomía y empoderamiento al paciente”, objetivos que ella misma ha conseguido desarrollar en su hospital. Mediante un cambio en la organización en el que se le ha proporcionado un papel de suma importancia a la enfermera, siendo la referente del paciente a lo largo de todo el proceso asistencial. “Gracias a esto conseguimos otorgar una respuesta ordenada y coordinada, además de disminuir las urgencias debido a que a la persona que acuden es a la enfermera”. Se trata de un claro ejemplo de optimización de recursos participando directamente en el control evolutivo de los pacientes. Este modelo no solo supone una ventaja para los recursos, sino que otorga un gran valor para el paciente. “El 82% de los pacientes acudía con efectos adversos y a la mitad le comprometía en su día a día, por lo que hemos conseguido ofrecer una mejor calidad de vida”. Además, “tenemos en cuenta su nutrición, les explicamos hábitos de vida saludable, les enseñamos ejercicios básicos respiratorios, les otorgamos apoyo psicológico y medimos su calidad de vida”. En definitiva, este nuevo modelo supone dar un paso adelante en la humanización, tanto para los pacientes como para los propios servicios.