La crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar la atención sanitaria a los pacientes crónicos y la gestión de la cronicidad. La telemedicina y la telefarmacia, la integración de niveles asistenciales, la organización por procesos, la participación de los pacientes en la toma de decisiones y la adherencia son solo algunos de estos retos, que se han agravado con la pandemia. En el caso concreto de las enfermedades inmunomediadas (artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, psoriasis, lupus, uveítis, etcétera por artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, artritis psoriásica, dermatitis atópica, etcétera), que en nuestro país afectan a más de 2,5 millones de personas y generan un alto impacto en su calidad de vida, estos retos pasan, entre otros, por garantizar la atención sanitaria de los pacientes, por sus complicaciones y morbilidades asociadas a su patología principal, así como por evitar los abandonos de tratamiento y las pérdidas de seguimiento.
Durante el Foro Digital Gestión del paciente crónico en la Pandemia. Retos de la gestión de las Enfermedades Inmunomediadas, organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y Pfizer el pasado 24 de noviembre, se contó con la perspectiva de los diferentes profesionales implicados en la gestión de este tipo de enfermedades, así como de los pacientes. En el inicio de la pandemia, los servicios dedicados a la atención de pacientes con enfermedades inmunomediadas se encontraron con diferentes dificultades, entre las que Eugenio Chamizo Carmona, del Servicio de Reumatología del Hospital de Mérida, destaca “el abandono del tratamiento por parte de un porcentaje importante de pacientes, la continuidad de la atención presencial o telefónica para evitar dicho abandono, la falta de abastecimiento de algunos medicamentos, la organización del hospital de día, en el que había que asegurar la seguridad frente al coronavirus de los pacientes que precisaban acudir a recibir la medicación intravenosa y cambiar a otras vías de administración, como subcutánea u oral, cuando fuera posible”. Desde el servicio de Farmacia Hospitalaria, en palabras de Joaquín Borrás Blasco, del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital de Sagunto y coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Inmunomediadas Inflamatorias de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), “nos enfrentamos a tres premisas: el suministro de medicamentos, la coordinación necesaria con el equipo multidisciplinar y el reto de ofrecer la posibilidad de la dispensación domiciliaria de los tratamientos, manteniendo la equidad en este servicio para todos los pacientes. De hecho, un elevado porcentaje de los pacientes quiso recibir el tratamiento en su casa”.
Pero los pacientes son pacientes por encima de las enfermedades, en lo que Carina Escobar, secretaria de UNIMID (Asociación de personas con enfermedades crónicas inflamatorias inmunomediadas), puntualiza que no todos los afectados lo han vivido igual: “las personas con enfermedades inmunomediadas nos enfrentamos a una situación compleja, en la que el 70% de los pacientes ha visto afectada su salud mental, ha habido falta de adherencia a los tratamientos, con las graves consecuencias que eso conlleva, y nos hemos enfrentado a una gran desinformación respecto a la utilización de los diferentes medicamentos y a los autocuidados necesarios, así como sobre la determinación como pacientes de riesgo. En este sentido, es fundamental un plan de seguimiento de pacientes crónicos”.
En la labor de atención a los pacientes con enfermedades inmunomediadas durante la pandemia, ha sido y está siendo fundamental la labor de los hospitales de día. “Nos permiten garantizar la asistencia con un equipo multidisciplinar en el que la enfermera o enfermero son una pieza clave”, explica Ana Gutiérrez Casbas, del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario General de Alicante. A este respecto, Gutiérrez Casbas destaca la labor del Grupo de Trabajo de Crohn y Colitis (GETECCU), “con la puesta en marcha desde hace unos años de un programa de certificación de calidad de las Unidades de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, que garantizan este tipo de atención. Este tipo de hospitales de día con sus consultas telefónicas y por vía e-mail nos han entrenado desde hace mucho tiempo en telemedicina, si bien la llegada de la pandemia ha supuesto una intensificación de este tipo de atención sin duda alguna”. Esta labor ha sido apoyada, además, desde la estructura general de algunos hospitales que, en muchas ocasiones, “han ampliado las áreas de hospital de día donde se administran los tratamientos intravenosos, con el fin de poder contar con más turnos para la administración de medicamentos, garantizando la seguridad a los pacientes”.