Madrid, 27 de marzo de 2019.- Durante 2018, el total de trasplantes y donaciones aumentó, alcanzando las cifras de 2.243 donantes y 5.314 órganos trasplantados. España lleva siendo líder mundial en donación y trasplantes durante 27 años consecutivos y ya supera los 114 trasplantes por millón de población, una cifra de especial relevancia que demuestra el elevado índice de trasplantes que existen en nuestro país. Ante estas cifras y en el marco de la celebración, hoy 27 de marzo, del Día Nacional del Trasplante, la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) quiere felicitar a todos los profesionales, sanitarios y no sanitarios, que hacen que el sistema de trasplantes en España sea un éxito y reivindicar el reconocimiento de los diversos perfiles de directivos de la salud, que tienen una gran implicación con el sistema de trasplantes y contribuyen con su labor de forma importante. “De gerentes de hospital, directores médicos, subdirectores médicos, directores de enfermería, subdirectores de enfermería y directores de gestión económica, entre otros, –hace hincapié Joaquín Estévez Lucas, presidente de SEDISA– dependen cuestiones asistenciales y no asistenciales tan relevantes en el sistema de trasplantes como la coordinación entre servicios y profesionales sanitarios, la disposición de habitaciones de aislados en los hospitales e incluso la reducción de la lista de espera en órganos”.
En este sentido, el presidente de SEDISA añade que “su papel en la coordinación e impulso y apoyo al sistema de trasplantes se olvida con frecuencia, pero que, sin embargo, tiene mucho que ver con el éxito y las cifras obtenidas en 2018”.
De hecho, suscribiendo lo explicado por la ONT en relación a que los buenos resultados se explican en las medidas adoptadas por el sistema español de trasplantes para optimizar la donación de órganos, el Joaquín Estévez explica que “gran parte de ellas dependen en buena medida de la labor de los directivos, como la mayor colaboración entre las UCIS y el resto de servicios hospitalarios, especialmente las urgencias, y en general todas las unidades de críticos”.
En definitiva, normalmente no se reconoce la labor del directivo en ámbitos de éxito en gestión sanitaria cuando, sin embargo, ejercen un papel fundamental y hacen frente a los grandes retos que la actualidad plantea: la cronicidad, la continuidad asistencial, la coordinación entre niveles asistenciales, la integración sociosanitaria las TIC y la mayor participación de los pacientes. “La labor del directivo de la salud profesionalizado aporta calidad y eficiencia al sistema. Es algo que se conoce en el sector, aunque normalmente no se reconoce de forma pública; sin embargo, se ha de transmitir dicha labor como grandes aportaciones a los pacientes y a la sociedad y el caso de los trasplantes es una de ellas”, concluye Joaquín Estévez Lucas.