¿Qué podemos aprender de la gestión de la pandemia?
En primer lugar, hemos de reconocer y valorar la importancia que tienen las políticas de Prevención y de Salud Pública, porque hemos podido observar el impacto que pueden llegar a tener sobre el Sistema sanitario llegándolo a tensionar hasta tal extremo dejándolo incluso al borde del colapso, así como, como sobre la economía de un país. Se ha fallado de forma clara en la Planificación Estratégica porque no se ha sabido responder a tiempo, y precisamente la improvisación no es lo deseable en estos casos. Por tanto, en mi opinión ha sido un fallo de Planificación que ha generado una importante crisis sanitaria, mitigada por la magnífica profesionalidad, el trabajo en equipo y la entrega de nuestros profesionales. El modelo sanitario tiene que adaptarse a las necesidades de salud y contemplar la aparición de posibles enfermedades emergentes, mediante una adecuada vigilancia epidemiológica. A su vez, en mi opinión, es preciso estructurar en cierto modo la Atención Primaria en lo que respecta a la Salud Comunitaria. Sin embargo, es preciso tener en consideración que no hay dos crisis iguales, y la próxima oleada tendrá otras connotaciones diferentes, por ello, somos los gestores los responsables de estructurar y de adaptar nuestra organización para que su gestión sea lo más flexible posible, según las necesidades de cada momento, y en base a la evidencia poder dar la respuesta más adecuada cuando los problemas se producen. Para mí, las organizaciones sanitarias deben funcionar siempre en base a la Evidencia en la Gestion. Finalmente, añadir que la colaboración público-privada ha demostrado en esta crisis que es imprescindible.
¿Cómo deben reenfocar los Directivos de la Salud su labor en la gestión sanitaria desde ahora? Es evidente que no podemos dimensionar al sistema de forma permanente, sino que insistiendo en la misma línea de la respuesta a la pregunta anterior, el Directivo debe diseñar conjuntamente con la organización un Plan estratégico que tenga capacidad de dar una respuesta lo más rápida, eficaz, y eficiente posible, a los problemas asistenciales con una estructura organizativa y de procesos en mi opinión, menos rígida y más polivalente, así como, mayor transversalidad en las competencias de los profesionales. Es preciso focalizar los procesos clínicos en los aspectos relacionados con la Seguridad del paciente, pero a su vez nos encontramos con la necesidad de hacer frente a los daños colaterales producidos como consecuencia de la propia Covid-19. Hay que diseñar y organizar dentro del Mapa de Procesos un nuevo Proceso Asistencial para el Control y seguimiento de pacientes post Covid +. Además de hacer frente a la atención a pacientes crónicos desestabilizados, a la aparición de patología causada directamente por el confinamiento, o a los efectos sobre la salud mental, y de forma especial, al retraso en el diagnóstico y tratamiento tanto de los pacientes oncológicos como de los pacientes con procesos cardiovasculares. A su vez, es fundamental en este momento, el dimensionamiento de los espacios y la gestión adecuada de los tiempos, tanto en lo que respecta a la LEQ, como en lo que respecta a la demanda de pruebas complementarias, como de las citaciones para Consultas, considerando además en todo momento, el posible el cansancio y el estrés de los propios profesionales.
¿Qué medidas cree que se deben adoptar a medio-largo plazo para conseguir un sistema sanitario sólido, foco de calidad y eficiencia?
Creo que estamos obligados a realizar una profunda evaluación de todo lo vivido estos meses, y si lo analizamos, por mi parte habría que destacar tres cosas que en mi opinión, han sido muy positivas y que deben servirnos de guía a futuro, a medio y largo plazo, como ha sido el trabajo colaborativo, el “approach” generado con la asistencia sanitaria a distancia y las experiencias en la investigación básica o traslacional (Clinical Trials). Sobre estos tres pilares creo que deberían consolidarse las líneas estratégicas de futuro en la gestión y los planes de acción. Como, por ejemplo, son el desarrollar el trabajo por competencias, la formación de Equipos multiprofesionales y el desarrollo de la Troncalidad, el tomar medidas para hacer posible la normalización de las herramientas telemáticas a través de su validación y acreditación. Así como, necesitamos potenciar la I+D+i para que no seamos dependientes de terceros, debemos realizar una verdadera apuesta por la Innovación y la Investigación clínica reglada, quizás debiendo flexibilizar en lo posible algunos de los procesos, sin perder nunca el rigor ni la ética necesarios y mediante la inevitable creación de grupos investigación y el establecimiento de alianzas estratégicas de colaboración