¿Qué podemos aprender de la gestión de la pandemia?
Siempre es muy fácil hablar a toro pasado, por ello, creo que el mayor aprendizaje de esta pandemia (que todavía no ha finalizado) es aprender de las decisiones no más adecuadas que hayamos podido adoptar; siempre digo, viéndolo con la perspectiva de lo ya pasado. En muchos centros, la situación y la presión ha sido límite y el personal médico y sanitario ha respondido con nota elevada. No obstante, apuntaría lo siguiente: en la actualidad ya conocemos mejor la patología y cómo evoluciona, por tanto, los tiempos terapéuticos de respuesta y la calidad y efectividad de la misma, son en este momento mejores. No obstante, salvo en unidades muy especializadas, el manejo del paciente infeccioso sigue siendo desconocido en el entorno sanitario. Ya tuvimos bastante suerte con el SARS, H1N1 y otros. Se desestimó la Atención Primaria, desconozco porqué y se confió en nuestros super – hospitales. Además, en las primeras semanas, se dieron instrucciones y órdenes contradictorias a éstos en la forma de actuar de los servicios de Urgencia. Se perdió un tiempo precioso.
¿Cómo deben reenfocar los Directivos de la Salud su labor en la gestión sanitaria desde ahora?
Los directivos debemos establecer sólidos canales de coordinación y comunicación, entre nuestros niveles competenciales. La coordinación entre especializada y primaria no debe limitarse a controlar el flujo de pacientes en cada una de ellas. Tienen que establecerse protocolos de actuación inmediata y ponerlos en práctica, manteniéndolos vivos para estar acostumbrados a su buen uso. A nivel hospitalario y en primaria deberíamos formar a nuestros profesionales en la medicina emergente y de catástrofes y también en primaria y a las urgencias hospitalarias, en el manejo rápido y efectivo de patologías infecciosas de fácil contagio. Formación transversal para todas las especialidades médicas. En resumen, gestión más orientada a la coordinación, formación y prevención.
¿Qué medidas cree que se deben adoptar a medio-largo plazo para conseguir un sistema sanitario sólido, foco de calidad y eficiencia?
Se debería crear un gran pacto por la sanidad incluyendo a todos los actores (políticos, gestores, sector público, sector privado, industria farmacéutica, industria tecnológica y servicios sociosanitarios). Podría traducirse, en lo que sería un Observatorio Sanitario de Salud Pública y Catástrofes con una comisión permanente de carácter ejecutivo (que se salga de la mera asesoría a terceros), por encima de autonomías y protagonismos políticos. Este Observatorio sería el que debería tomar las grandes decisiones en cuanto a Stocks de seguridad, respuesta inmediata de los profesionales, ordenación y coordinación de los servicios y niveles asistenciales y sería también el que diseñaría los protocolos y procedimientos a seguir en épocas de pandemia o catástrofe. Este Observatorio debería establecer también los canales de respuesta más apropiados para atender a geriátricos y residencias, protocolizando la actuación de la primaria como primera línea para éstos. Esta pandemia ha demostrado que las crisis de Salud Pública deben de estar muy controladas y nos obligan a establecer previsiones y futuribles.