“Más allá de la formación recibida y la experiencia obtenido en años de profesión, los directivos de la salud están trabajando durante la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 al frente de los equipos directivos, sanitarios y no sanitarios de las organizaciones sanitarias y al lado de todos ellos y de los pacientes”. Así ha reconocido hoy el presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y de la Fundación SEDISA, Joaquín Estévez Lucas, la labor de los directivos de la salud en la gestión de la actual crisis, desde el compromiso y la responsabilidad con los pacientes y la sociedad, con los profesionales –sanitarios y no sanitarios- y con el sistema.
En este sentido, SEDISA estima que unos 200 directivos de la salud de toda España pueden estar contagiados por el COVID-19 y ha agradecido la lucha y el trabajo de todos los directivos -in situ o teletrabajando- en esta crisis. En palabras de Joaquín Estévez Lucas, “siempre y también en estos momentos debemos poner en valor la gestión sanitaria y todas las funciones directivas que en las organizaciones sanitarias y los servicios de salud tienen un papel fundamental, desde el gerente o director de la organización hasta los directores de los servicios médicos, pasando por la dirección médica y asistencial, dirección de enfermería, dirección de sistemas informáticos, dirección económica, de recursos humanos, de servicios generales, etcétera. Todos tienen un papel fundamental en esta crisis. Más adelante realizaremos análisis y, de forma constructiva, podremos establecer las líneas de actuación ante crisis similares y otras que puedan suceder”.
Junto a los directivos de la salud, SEDISA quiere reconocer y agradecer la labor de todos los profesionales sanitarios y no sanitarios que están trabajando sin cesar en las organizaciones sanitarias públicas y privadas con compromiso, responsabilidad y profesionalidad, para atender y gestionar la salud y la asistencia a la población de nuestro país en el momento de crisis sanitaria que estamos viviendo. No solo médicos y enfermeras, sino también profesionales no sanitarios que trabajan en cocina, lavandería, limpieza y mantenimiento que juegan un gran papel en el funcionamiento de las organizaciones, como hospitales, centros de atención primaria, etcétera.