Alrededor de 200 Directivos de la Salud se dan cita en el XVII Curso de Gestion de Proyectos, en que se desarrollan y evalúan proyectos relacionados con el futuro de la Gestión Sanitaria, la Sanidad y la Salud
Madrid, 12 de mayo de 2025.- El futuro de la Gestión Sanitaria, las nuevas formas de gestión y los nuevos modelos organizativos, el futuro de las profesiones sanitarias, la Responsabilidad Social Corporativa, el futuro de la Farmacia Hospitalaria, el nuevo paciente y la salud mental y la innovación en la Gestión Sanitaria desde el punto de vista de la investigación biomédica, son los cinco grandes temas del XVII Curso de Gestión de Proyectos de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de la compañía Johnson & Johnson Innovative Medicine, celebrado esta semana en el Euroforum Infantes de El Escorial y en el que han participado cerca de 3.000 profesionales desde la primera edición.
Por su responsabilidad y compromiso con la salud y la sociedad, la gran mayoría de las Organizaciones Sanitarias llevan a cabo, en la actualidad, Responsabilidad Social Corporativa (RSC), si bien existen grandes retos a los que hacer frente para mejorar las líneas que se desarrollan. En palabras de Elena Urdaneta Artola, Directora Territorial de San Juan de Dios España, “aún queda camino por recorrer en este sentido y se echa en falta una RSC realmente organizada y orientada a resultados. En este sentido, se deben incorporar nuevos KPIs y evaluaciones de impacto donde se mida el SROI para que las personas que colaboran con estos proyectos sepan en qué se traduce cada euro que donan, cuál es el retorno, no sólo económico, sino especialmente el impacto en la calidad de vida de las personas a las que prestamos atención”.
Del mismo modo, Elena Urdaneta Artola explica los grandes retos de la RSC en las Organizaciones Sanitarias: “Creo que hay que seguir trabajando en el diseño de proyectos que realmente aporten un beneficio a la sociedad y ser capaces de trasladarlo a la población, que perciban lo que éstos suponen en cuanto a innovación y mejora de la calidad de vida de las personas a las que atendemos que, en nuestro caso, no lo olvidemos, son personas muy vulnerables que carecen de recursos y se enfrentan a muchas dificultades en su día a día. Y todo esto debe ir siempre acompañado de transparencia, debemos ser muy transparentes en el uso de nuestros fondos y en los resultados obtenidos. Cuanto más avancemos en transparencia mejores serán nuestros resultados y mayor beneficio para la sociedad”.
En relación a las líneas de trabajo en este sentido de la Orden de San Juan de Dios, su Directora Territorial explica que “la RSC se sustenta sobre cuatro pilares básicos: sensibilización; obra social, es decir, la captación de fondos para aquellos proyectos que en principio no cuentan con ningún tipo de financiación pública ni privada; voluntariado, donde fomentamos la participación y colaboración en los distintos proyectos que ponemos en marcha, y cooperación internacional, indispensable para que aquellos países que se encuentran en vías de desarrollo puedan también implementar proyectos sanitarios que contribuyan a mejorar la asistencia y calidad de vida de su población”.
El futuro de la Farmacia Hospitalaria
Otro de los temas relevantes del XVII Curso de Gestión de Proyectos, acreditado con 2 créditos ECTS por la Universidad Europea, es el futuro de la Farmacia Hospitalaria, en el sentido de la evolución e impacto que tiene y va a tener esta especialidad desde la perspectiva de los Directivos de la Salud, es decir, con el contexto de los aspectos que deben identificar como de interés los gestores de los centros sanitarios. Según Cecilia Martínez, Presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), “los grandes retos para la gestión son: la necesidad de plantear medidas que puedan ayudar a la sostenibilidad económica debido al gran crecimiento del gasto en medicamentos en el ámbito hospitalario; la necesidad de adaptarnos y adelantarnos a las necesidades que supone la incorporación de la medicina de precisión y las terapias avanzadas; la necesidad de abrirnos aún más a la investigación clínica: la orientación de las organizaciones a los resultados; el reto de la inversión para garantizar la seguridad clínica vinculada al uso de los medicamentos en el ámbito hospitalario; y los requerimientos que los centros sanitarios tienen, en relación a la farmacia, relativos al giro de los nuevos modelos asistenciales a la fragilidad y, globalmente, a la cronicidad”.
Estos retos, además, se van a tener que hacer en el marco de la nueva reglamentación europea de evaluación de tecnologías sanitarias. “Es el entorno en el que nos vamos a mover y es un desarrollo normativo que está en construcción en nuestro país en cuanto a las responsabilidades que atañen a los países miembros, pero que a nivel de centro sanitario, probablemente, no se modifiquen a grandes rasgos las labores que se realizan en las comisiones de farmacia y terapéutica”, explica la Presidenta de la SEFH.
El nuevo paciente y salud mental
En la actualidad, el Sistema Nacional de Salud, en lo que respecta a la atención de salud mental, tiene el reto principal de avanzar en la promoción y mejora de la salud mental de la población y prevención del trastorno mental. “Desde un enfoque integral de atención a la salud, la promoción de la salud mental es clave para lograr altos estándares de salud y calidad vida”, afirma Beatriz Angulo Nalda, Coordinadora de Enfermería de Atención Hospitalaria del Servicio Riojano de Salud y Presidenta de la Subcomisión de Enfermería en Salud Mental. “En lo que respecta a la atención a las personas que padecen un trastorno mental, el reto principal es avanzar hacia un modelo de atención centrado en la persona, humanizar el modelo promoviendo la autonomía del usuario/paciente y su participación. La base de esta promoción y mejora de la salud mental, así como el avance hacia un modelo de atención centrado en la persona, debe ir en línea con el desarrollo de programas específicos de investigación y programas docentes que permitan que el futuro desarrollo de la atención a la salud mental esté basado en la última evidencia científica conocida”.
Por supuesto, en esta atención, la Enfermería tiene un papel fundamental “de manera holística, integral; con funciones asistenciales, docentes, de gestión e investigación”, hace hincapié Beatriz Angulo Nalda. Así, corresponde a las/os enfermeras/os la dirección, evaluación y prestación de los cuidados terapéuticos, psicológicos, físicos y sociales orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como a la prevención de enfermedades y discapacidades; para lo que disponen de competencias avanzadas y especializadas en la práctica clínica. “Las/os enfermeras/os están presentes en todos los dispositivos de las redes de salud mental, desde las Unidades de Salud Mental de los Centros de Atención Primaria, dispositivos intermedios, como unidades de rehabilitación psicosocial o equipos de terapia asertiva comunitaria, hasta las unidades de hospitalización parcial o completa; en todas estas unidades desarrollan, siempre con el objetivo de mejorar la salud mental del usuario/paciente, intervenciones terapéuticas tanto a nivel individual como grupal, así como intervenciones docentes, de gestión de equipos, unidades y servicios e intervenciones en el campo de la investigación”.
Por otra parte, respecto a la relación entre el nuevo paciente y la salud mental, Beatriz Angulo Nalda apunta a que “en el caso de la salud mental, la demanda del nuevo paciente va más allá, buscando un modelo de atención que, además de dar respuesta a sus problemas de salud, sea un modelo humanizado, centrado en la persona, basado en derechos humanos y desestigmatizante”. Para ello, esta experta destaca que “se requiere potenciar la salud mental comunitaria y las alternativas a la hospitalización completa e institucionalización; fomentar el empoderamiento de los pacientes/usuarios y la vida autónoma; promocionar y respetar la voluntad anticipada; impulsar programas específicos para colectivos vulnerables y la atención comunitaria a la salud perinatal, infantil y juvenil; hacer efectiva la continuidad de cuidados y la coordinación entre los distintos dispositivos de la red; y reforzar los recursos humanos y la especialización entre otras acciones prioritarias”.
Sobre SEDISA
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La Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) es una asociación de carácter privado y sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica propia e independiente de la de sus miembros. Está formada por más de 3.000 profesionales que trabajan en el sector salud y que ocupan una función directiva en sus empresas, con un perfil en el que predomina la iniciativa y la capacidad de generar reconocimiento.
El principal objetivo de la Sociedad desde su creación es profesionalizar la gestión sanitaria, llevando a cabo proyectos y actividades que contribuyan a la promoción, desarrollo, protección y defensa de los servicios sanitarios en general y particularmente el estudio y perfeccionamiento de las funciones gestoras y directivas de la salud, así como la representación, gestión y defensa de los intereses profesionales de sus miembros. El fin último es trabajar para una gestión sanitaria de calidad, basada en los resultados de salud, la eficiencia y la sostenibilidad.