La certificación de competencias técnicas y transversales en los Directivos de la Salud es un aspecto fundamental para garantizar una gestión eficiente y de calidad en el sector sanitario
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Madrid, 7 de abril de 2025.- La Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), en el marco de su compromiso con los profesionales, el Sistema Sanitario, los pacientes y ciudadanos y la salud, ha desarrollado el Proyecto Desarrollo Profesional Continuado del Directivo (DPC SEDISA), un sistema objetivo, riguroso, válido y fiable, que distingue a aquellas personas cuya experiencia, formación y logros profesionales avalan de manera cierta su competencia profesional para el adecuado desempeño de posiciones de responsabilidad directiva en Organizaciones Sanitarias, disponiendo de un Sistema de Certificación Integral de Directivos de la Salud, el primero en nuestro país.
“Este proceso de autoevaluación y certificación, que se realiza de manera voluntaria y constituye una herramienta de mejora continua de las competencias directivas, supone un hito en el Sistema Sanitario de España y Europa hacia la profesionalización de los Directivos de la Salud y la Gestión Sanitaria, necesaria para hacerlo evolucionar hacia la excelencia en calidad y eficiencia”, explica José Soto Bonel, Presidente de SEDISA. “Es fundamental teniendo en cuenta el grave problema del relevo generacional de Directivos de la Salud en nuestro país”. En este sentido, SEDISA pone a disposición de profesionales, Sistema de Salud y Autoridades Sanitarias un procedimiento mediante el cual certificar de manera objetiva la competencia profesional de las personas candidatas a ocupar puestos de responsabilidad en las Organizaciones Sanitarias españolas, tanto del ámbito público como privado. En palabras de Dulce Ramírez Puerta, Vicepresidenta Primera de SEDISA y Coordinadora del Comité de Profesionalización de SEDISA, “dicha certificación consiste en un procedimiento de calidad que distingue, certifica y pone en valor la cualificación de las personas que desarrollan su carrera profesional en el ámbito de la Gestión Sanitaria”.
El proyecto, que se ha llevado a cabo con la colaboración de AstraZeneca, Sandoz, Novartis y Novo Nordisk, que han colaborado con el desarrollo del mapa de competencias de los diferentes perfiles directivos que se han desarrollado hasta el momento (Director de Organizaciones Sanitarias, Jefe de Farmacia Hospitalaria, Director Médico y Director de Continuidad Asistencial). Es un Sistema de Certificación Integral de Directivos de la Salud, extendiendo la iniciativa hacia la certificación de los niveles de mando intermedio. “Este proceso de autoevaluación y certificación se realiza de manera voluntaria y constituye una herramienta de mejora continua de las competencias directivas, contando además con la ayuda y guía de la figura de un mentor especializado en función de los diferentes tipos de perfil directivo”, destaca Dulce Ramírez Puerta.
El papel protagonista de los Directivos de la Salud en la calidad y la sostenibilidad del actual modelo de salud es incuestionable, así como para dar respuesta a los retos más importantes que presenta el Sistema Sanitario en su desarrollo evolutivo, como: la introducción de la innovación, algo que provoca dificultades desde el punto de vista de la financiación y de la solvencia económica, la implantación de la evaluación y de los resultados en salud, la gestión de los recursos humanos, la puesta en marcha de alianzas estratégicas con otros actores del Sistema, la participación de los ciudadanos y de los pacientes. “Para ello, necesitamos Directivos de la Salud formados en competencias técnicas y transversales según cada perfil directivo, con formación específica inicial y continuada y experiencia. Es decir, necesitamos la profesionalización de los Directivos de la Salud y, con ello, de la Gestión Sanitaria”, explica el Presidente de SEDISA. “Asimismo, es fundamental la despolitización de la gestión y la transparencia, de forma que el perfil del Directivo se establezca como el de un profesional de la gestión, un cargo sometido a una evaluación objetiva basada en resultados asistenciales, económicos, de participación profesional y de liderazgo social, dentro de un código de buena gestión directiva. Del mismo modo, junto al nombramiento regulado del Directivo, es fundamental que el cese de cargos de gestión se regule de forma objetiva, por indicadores evaluables”.
El primer paso de este programa de certificación consistió en el “Proyecto Avanza DPC” el cual ha aportado las competencias de la profesión del Directivo de Organización Sanitaria nivel Gerencia, adaptado a la realidad del Sistema de Salud en España consistente en revisar las competencias de la profesión del Directivo de Organización Sanitaria nivel Gerencia, elaborar los mapas de competencias técnicas y transversales y desarrollar un sistema objetivo que recoge las principales áreas ponderadas a valorar y los criterios para su evaluación. A partir del “Avanza DPC” se han desarrollado otros perfiles directivos, como el de Dirección Médica, Jefe de Servicio de Farmacia Hospitalaria y Dirección de Continuidad Asistencial. En la definición de los mapas de competencias transversales y técnicas de cada uno de estos perfiles se ha contado con un grupo de expertos de toda España que han trabajado muy en profundidad y consensuada en dicha definición.
Plataforma online DPC SEDISA (DPC Sedisa)
El último hito es la creación de la plataforma online DPC SEDISA. Se trata de una plataforma web (DPC Sedisa) que permite que los Directivos de la Salud evalúen sus competencias técnicas y transversales para obtener una visión general del desarrollo de las mismas según el perfil directivo que desempeña o aquel al que quiere aspirar. “Tras esta evaluación puede formarse en las competencias en las cuales tenga necesidades de ampliar sus conocimientos y habilidades a través de itinerarios formativos específicos ofrecidos en base a las necesidades de directivo y al mapa de competencias de su perfil. Para ello, cuenta con el papel y asesoramiento de un mentor que le va guiando en dicho itinerario formativo”, explica Dulce Ramírez Puerta.
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El proyecto DPC-SEDISA surge como una actividad para promover acciones encaminadas a facilitar la proyección de la actividad sanitaria en la comunidad, impulsar la profesionalización de las tareas de la administración y Gestión Sanitaria y elevar el nivel competencial de sus miembros. En definitiva, contribuir al reconocimiento oficial y al Desarrollo Profesional Continuo de los Directivos de la Salud en España.
Certificación de competencias de los Directivos de la Salud
El siguiente paso del proyecto, junto a la difusión de la plataforma, con el fin de que el mayor número de Directivos de la Salud se registren, es el desarrollo de la certificación de las competencias técnicas y transversales definidas y consensuadas. En palabras de Eloína Núñez Masid, Miembro de la Junta Directiva y del Comité de Profesionalización de SEDISA, “en la actualidad, estamos trabajando en analizar qué competencias se pueden acreditar a través de las formaciones que tenemos en marcha en SEDISA y en la Fundación SEDISA y, por otro lado, en el desarrollo de formación específica para acreditar cada una de las competencias. En este sentido, la certificación de competencias técnicas y transversales en los Directivos de la Salud es un aspecto fundamental para garantizar una gestión eficiente y de calidad en el sector sanitario”.
En general, contar con un sistema de certificación de competencias mejora la calidad de la Gestión Sanitaria, en el sentido de que las competencias técnicas permiten que los Directivos cuenten con el conocimiento y las habilidades necesarias para gestionar de manera efectiva los recursos humanos, financieros y tecnológicos dentro de las Organizaciones Sanitarias. Además, las competencias transversales, como habilidades de liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, toma de decisiones y resolución de conflictos, son fundamentales para coordinar y optimizar los procesos dentro del sistema de salud. “Un liderazgo bien capacitado en competencias tanto técnicas como transversales contribuye a una mejor organización de los servicios de salud, lo que resulta en un servicio más eficaz y con mejores resultados para los pacientes”, explica Eloína Núñez Masid. “Directivos capacitados en estas áreas pueden tomar decisiones informadas que impacten positivamente en la calidad de la atención”.
Otras claves en las que puede aportar mejoras importantes un sistema de certificación como DPC SEDISA son el cumplimiento de normativas y estándares internacionales, crucial para garantizar que los servicios de salud cumplan con las regulaciones vigentes, minimizando riesgos legales y éticos, fortalecimiento del liderazgo y la gestión del cambio, fundamental para la adaptación a cambios rápidos en el entorno sanitario, como nuevas tecnologías, tratamientos y normativas. De hecho, SEDISA está trabajando en la actualidad con los Servicios Regionales de Salud y Ministerio de Sanidad en este sentido y ha presentado la herramienta en el Congreso de los Diputados, solicitando que se aborde en el Consejo Interterritorial. “La certificación asegura que los líderes están preparados para gestionar el cambio de manera eficiente, liderando transformaciones organizativas y culturales dentro de las instituciones”, hace hincapié Eloína Núñez Masid. “Del mismo modo, la certificación de competencias transversales como la inteligencia emocional, gestión de equipos y resolución de conflictos, promueve una cultura organizacional saludable. Los Directivos de la Salud bien formados pueden implementar prácticas que fomenten el bienestar laboral, la motivación de los empleados y la cohesión en los equipos de trabajo”.
“Todo ello -añade- redunda en que la comunidad y los pacientes perciban una mayor confianza en la calidad y seguridad de los servicios de salud. Esto también ayuda a mejorar la imagen y reputación de las Organizaciones Sanitarias”. Junto a la calidad asistencial y percepción de la calidad por parte de los pacientes y la población en general, la certificación de competencias mejora también la eficiencia, “de forma que se detectan áreas de mejora en la gestión de recursos, optimizando procesos, reduciendo costos innecesarios y mejorando la eficiencia operativa de las instituciones de salud”, explica Eloína Núñez Masid.
En definitiva, la certificación de competencias en los directivos de salud no solo beneficia a la organización, sino también a los pacientes y a los profesionales. Es una herramienta clave para asegurar una gestión de calidad, sostenible y adaptable a los retos del sector.
Puesta en valor del Directivo de la Salud
Si bien los profesionales sanitarios son reconocidos profesionalmente por los pacientes y sociedad, como un eje fundamental de nuestro Sistema Sanitario, en el caso de los Directivos de la Salud esto no ocurre. Sin embargo, según Rafael López Iglesias, Miembro de la Junta Directiva y del Comité de Profesionalización de SEDISA, “el papel del Directivo de la Salud es clave para que el Sistema Sanitario funcione con calidad y eficiencia, traduciéndose en mejor asistencia sanitaria para los pacientes, mejora de la salud en general para la población, mejora de las herramientas asistenciales y recursos para que los profesionales puedan ejercer la atención sanitaria de la mejor forma y mejora de la eficiencia y sostenibilidad de las Organizaciones Sanitarias y, con ello, del Sistema Sanitario”.
En este sentido, Rafael López Iglesias hace hincapié en que “al valorar y reconocer el papel del Directivo de Salud, se fortalece todo el Sistema Sanitario y, en última instancia, se mejora la atención que se ofrece a la sociedad”. Y es que el valor del Directivo de la Salud no solo se refleja en su capacidad para gestionar eficientemente una institución sanitaria, sino también en su capacidad para liderar procesos de mejora, innovación y adaptación en un sector dinámico y crítico. “Su liderazgo es fundamental para mejorar la calidad de los servicios, optimizar los recursos, garantizar la seguridad del paciente y fomentar un entorno de trabajo positivo”.
Según el Sondeo de Percepción La Aportación de los Directivos de la Salud, llevado a cabo por SEDISA en el marco de la celebración del I Día de la Gestión Sanitaria en 2024 con el objetivo de conocer la percepción de todos los protagonistas del sector de la salud sobre el papel de los Directivos de la Salud y la Gestión Sanitaria y su aportación al Sistema Sanitario, a los profesionales, a los pacientes y la sociedad en general, la importancia del rol del Directivo de la Salud se asocia a palabras como gestión, recursos, profesionales, organización, objetivos, fundamental y salud. en este marco, la aportación de valor de los Directivos de la Salud a profesionales sanitarios, Organizaciones Sanitarias, Sistema Sanitario, pacientes y sociedad se valora por encima del 3 sobre 5, siendo la más alta la aportación de valor a las Organizaciones Sanitarias, con un 3,72 sobre 5, y nueve de cada 10 de los más de 300 participantes en el Sondeo conocen el papel del Directivo de la Salud y el 68,36% de los participantes cree que aporta calidad y eficiencia al Sistema Sanitario.
“Palabras como recursos, gestión, calidad, decisiones, organización, procesos y seguridad definen en mayor medida la aportación de los Directivos de la Salud a la mejora de la calidad del Sistema Sanitario, mientras que recursos, procesos, eficiencia, estrategias, resultados y necesidades definen en mayor medida la aportación de los Directivos de la Salud a la mejora de la eficiencia del Sistema Sanitario”, destaca Rafael López Iglesias. En relación a la profesionalización, el 76,84% de los participantes valora como muy importante la formación específica de los Directivos de la Salud y el 12,43% como importante. Asimismo, el 71,75% de los participantes valora como muy importante la profesionalización de los Directivos de la Salud y el 15,25% como importante.