El sector salud supone una gran oportunidad para hacer innovación, dado el gran potencial asistencial y científica en un área de gran crecimiento
Bilbao, 4 de octubre de 2022.- Cualquier innovación de cualquier tipo debe responder a las preguntas de si resuelve alguno de los problemas detectados, si mejora la vida de las personas, tanto en términos de supervivencia como en calidad de vida, si mejora la coordinación asistencial y si es sostenible, así como ha quedado de manifiesto en la Mesa sobre Visión multidisciplinar del acceso a la innovación, que ha tenido lugar durante las XII Jornadas Nacionales de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), celebradas en Bilbao bajo el lema Gestión Basada en Valor: Presente y Futuro. En relación al acceso equitativo a la innovación, en palabras de Candela Calle, Directora General de la Fundacion Sant Francesc d’Asis y Miembro de la Junta Directiva de SEDISA, “para ello, se requiere que a nivel político haya una buena planificación sanitaria que implique que en cada territorio hay suficiente cartera de servicios que garantice el acceso a la innovación, y que sea transversal y universal para toda la población. Asimismo, es debido contar con criterios y protocolos de indicación de la innovación muy claros y con indicadores de salud y eficiencia”.
El reto más importante para el acceso equitativo a la innovación es, según Candela Calle, la sostenibilidad del Sistema Sanitario, “para lo que es muy importante que la innovación esté basada en la compra de valor, lo que significa comparar a través de medir resultados”. Entre las medidas necesarias, Candela Calle destaca la potencial oportunidad de la Agenda 2030 “a través de los siguientes ejes: gobernanza y liderazgo, profesionales, pacientes, innovación y la tecnología. Si somos capaces de conseguir estos ejes de transformación seremos capaces de conseguir la sostenibilidad que el sistema requiere”.
Respecto a la perspectiva de los pacientes, si bien su participación en las decisiones en relación a la innovación se ha mejorado en los últimos años, Carina Escobar, Presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), hace hincapié en que “participamos en los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT) pero, en la actualidad, no tenemos feedback de nuestras aportaciones”. Asimismo, Carina Escobar explica que “colaboraremos en Valtermed en el diseño de indicadores de resultados en salud, pero hay que seguir trabajando para reportar resultados en salud por parte de los pacientes para ver cómo la innovación en la calidad de vida de los pacientes”.
Entre los retos, además, la Presidenta de la POP destaca la “una mayor trasparencia, formación para mejorar la interlocución y hacer que la participación de los pacientes sea más efectiva”.
En relación a las competencias transversales, junto a las técnicas, que deben tener los Directivos de la Salud para facilitar el acceso a la innovación, Candela Calle apunta “la necesidad de trabajar la dimensión personal que pasa por la autenticidad, coherencia y humildad y tener escucha activa, así como la dimensión relacional, que implica que sea capaces de escuchar y empoderar a los equipos y alinear a todos los profesionales hacia los proyectos”. Además, Candela Calle hace hincapié en la importancia de “contar con un cuadro de mando integral y medir resultados, definir un modelo asistencial, apostando por por unidades funcionales, y construir estructuras resilientes y potenciar la innovación”.
Innovación en Gestión Sanitaria
“El sector salud supone una gran oportunidad para hacer innovación, dado el gran potencial asistencial y científica en un área de gran crecimiento” en palabras de Gloria Sánchez Antolín, Jefa de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático Hospital Universitario Río Hortega, que ha participado en la Mesa La innovación, pieza clave en la Gestión Sanitaria.
Si bien la innovación tecnológica y farmacéutica es fundamental, “en el sistema sanitario nuestro objetivo primordial es la innovación en gestión. Gracias a ella se pueden mejorar procesos que consiguen mejorar resultados en salud o en su caso, hacer más eficiente el trabajo de los profesionales. Pero para tener un sistema sanitario innovador hay que educar en tener una actitud abierta al cambio para conseguir esa transformación en procesos y sistemas para resolver las necesidades no cubiertas de pacientes y profesionales”.
“La innovación en Gestión Sanitaria es una herramienta más para crecer en humanización, al permitirnos automatizar procesos y liberar tiempo para que los profesionales desempeñen las funciones que solo ellos pueden hacer: coger al paciente de la mano, acompañarlo o diagnosticar y tratar”, añade. En este marco, Gloria Sánchez Antolín ha presentado un modelo de innovación en gestión: Proyecto VIHda. Reflexión del abordaje actual de los pacientes con VIH en Castilla y León, “que tiene el objetivo de detectar los nuevos hitos estratégicos a implementar en línea con los objetivos de ONUSIDA y establecer la hoja de ruta para el desarrollo de la atención a la persona con VIH, así como actuaciones de mejora y prioridad de las actuaciones”.
En relación a las claves del éxito del proyecto, Sánchez Antolín destaca que partir del “análisis de la realidad, la implicación de todos los actores, incluidos los pacientes, el liderazgo institucional, la identificación de áreas de mejora y la priorización de las actuaciones para implementar la mejora necesaria”.