El 69% de los pacientes crónicos sufrió la cancelación de las consultas que tenía programadas y el 41,4% la suspensión o aplazamiento de su rehabilitación

La repercusión de la pandemia sobre la asistencia sanitaria está teniendo múltiples consecuencias en la gestión sanitaria que afectan a todos los implicados en el Sistema Sanitario
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  • Si de forma previa a la pandemia se hubiera contado con un análisis pormenorizado de la cronicidad y pacientes crónicos más vulnerables y una atención sanitaria orientada a ésta, los efectos de la pandemia sobre estos pacientes hubieran sido menores.

 

  • Es necesario un modelo sanitario coordinado y participativo, que ponga el foco en mejorar la continuidad asistencial, innove en procesos, multidisciplinar, incorporando los cuidados en salud, información y formación a pacientes y familiares y que diferencie los procesos agudos de los crónicos.

 

  • En la asistencia, es fundamental el acompañamiento a los pacientes desde una perspectiva holística, para lo que los profesionales sanitarios deben tener, junto con las competencias técnicas, competencias relacionales, emocionales, éticas, espirituales y culturales.

 

Madrid, 20 de noviembre de 2020.- En la actualidad, se estima que el 19% de la población infantil hasta 14 años tiene diagnosticada alguna enfermedad crónica, el 64% de las mujeres de 15 años o más presenta alguna enfermedad crónica frente al 60% de los hombres y el 89,5% de las personas mayores de 65 años tiene alguna enfermedad o problema de salud percibido y una media de 2,8 problemas o enfermedades crónicas. Si antes de la pandemia, la atención a la cronicidad contaba con numerosos e importantes retos que gestionar, hoy día, solucionarlo es más importante que nunca y supone un sobre esfuerzo mayor. En palabras de Julio Zarco Rodríguez, presidente de la Fundación Humans, “la pandemia ha supuesto una revolución organizativa y en la gestión, así como en las emociones y los sentimientos, con el sobresfuerzo de la obligada incorporación de nuevas tecnologías y su combinación con lo humano”.

Este sobresfuerzo incorpora, además, la atención a los pacientes no Covid-19, que no han recibido la atención sanitaria habitual durante la pandemia. Según una encuesta realizada por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) entre pacientes crónicos sobre los cambios en las consultas programadas durante la primera oleada de la pandemia, el 69% de los pacientes crónicos sufrió la cancelación de las consultas que tenía programadas y el 41,4% la suspensión o aplazamiento de su rehabilitación, con las consiguientes consecuencias en su estado de salud. “Además, el 80% tuvo problemas para acceder al tratamiento y el 22,8% tenía problemas y síntomas asociados a su enfermedad y no acudió a su médico”, explica Carina Escobar Manero, presidenta de la POP. “Si de forma previa a la pandemia se hubiera contado con un análisis pormenorizado de la cronicidad y pacientes crónicos más vulnerables y una atención sanitaria orientada a ésta, los efectos de la pandemia sobre estos pacientes hubieran sido menores”.

En este sentido, según Julio Zarco, “en las próximas décadas, el impacto del Covid-19 tendrá grandes repercusiones en la morbi-mortalidad de las enfermedades crónicas”.

Según se ha puesto de manifiesto en el Encuentro PACIENTES ante la Pandemia, celebrado en el marco de los Encuentros SEDISA de Gestión Sanitaria en tiempos de pandemia, impulsados por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de Janssen, necesitamos un modelo sanitario coordinado y participativo, “que ponga el foco en mejorar la continuidad asistencial, innove en procesos, multidisciplinar, incorporando los cuidados en salud, información y formación a pacientes y familiares y que diferencie los procesos agudos de los crónicos”, explica Carina Escobar. “Con tecnología que sea transferible de unas comunidades autónomas a otras, que nos permita trabajar en red. Un modelo centrado en el paciente, preventivo y cooperativo”.

Adaptación y reorganización de la atención sanitaria

Las cifras de infección diagnosticada en esta segunda oleada están siendo, en general, más altas que durante la primera oleada de la pandemia, “si bien, en la actualidad, está habiendo menos hospitalizaciones”, afirma Santiago Moreno Guillén, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, quien explica que en su Hospital “mientras en la primera oleada todos los recursos fueron destinados al Covid-19, en la actualidad, una cuarta parte de camas de hospitalización del centro están destinados a la pandemia y tres cuartas partes a la atención de pacientes no Covid-19”.

Según este experto, “en los meses de marzo y abril asistimos al desbordamiento de los hospitales (urgencias, hospitalización y UCI), con todos los recursos dirigidos a Covid-19 y, con frecuencia, con recursos insuficientes, como ocurrió con las Unidades de Críticos. Este desbordamiento ocasionó, además, problemas relacionados con el aislamiento y alteraciones psiquiátricas en los pacientes, sobre todo depresión, y dificultades para el seguimiento post Covid-19”. Ello supuso y está suponiendo un gran esfuerzo organizativo, “para garantizar evitar los contagios durante la estancia en los centros sanitarios (crear circuitos asistenciales, cribado de pacientes y personal), prevenir el deterioro funcional, cognitivo y afectivo e impulsar la continuidad asistencial, junto a potenciar la telemedicina y la coordinación con Atención Primaria”.

Respecto a aspectos prácticos, las Organizaciones Sanitarias han tenido que disponer de capacidades diagnósticas y de seguimiento y vigilancia de la Covid-19, aumentar la disponibilidad del Sistema Sanitario para atender a grandes números de pacientes gravemente enfermos, garantizar los cuidados de los pacientes no Covid-19, agudos y crónicos, salvaguardar los trabajadores y cuidadores sanitarios y mejorar las estrategias de comunicación y coordinación. Ello ha repercutido en una disminución muy importante de la atención a pacientes no Covid-19. “Según un estudio realizado en 81 hospitales del Sistema Nacional de Salud, en los Servicios de Gastroenterología y Hepatología, el 41% de las camas, el 25% de los especialistas y el 58% de los residentes estuvieron dedicados a Covid-19, las consultas externas, ecografía y endoscopias fueron reducidas en un 82-92% y se canceló el programa de trasplante hepático”, explica Santiago Moreno.

Pero en esta asistencia, es fundamental el acompañamiento a los pacientes desde una perspectiva holística, para lo que “los profesionales sanitarios deben tener, junto con las competencias técnicas, competencias relacionales, emocionales, éticas, espirituales y culturales”, explica José Carlos Bermejo Higuera, director del Centro de Humanización de la Salud y Centro Asistencial San Camilo. “En este marco, la humanización en la atención sanitaria pasa por educar a usar correctamente la palabra en el acompañamiento que los sanitarios deben hacer a los pacientes”.