Se deben poner en marcha políticas públicas en sanidad basadas en la evidencia que aportan los datos

• La Atención Primaria ha sido uno de los pilares fundamentales de la atención sanitaria a pacientes con Covid-19 y de contención de la pandemia. Es prioritario no solo dotar de más recursos materiales y humanos a la Atención Primaria, sino también de una reestructuración para obtener una mayor solidez.
• Existe un gran déficit en el tratamiento de la información y en la evaluación de lo que está pasando a través de los datos. Sin embargo, la gestión y planificación sanitarias deben estar basadas en resultados de salud y económicos y en la transparencia.
• Un acuerdo fundamental es el de la Gobernanza, en torno a la profesionalización de los Directivos de la Salud y la autonomía de gestión de las Organizaciones Sanitarias.

Madrid, 24 de julio de 2020.- Cuando el Pleno del Congreso de los Diputados acaba de aprobar el documento de propuestas sanitarias para la Reconstrucción Social y Económica, Mónica García, Diputada Portavoz de Sanidad de Más Madrid en la Asamblea de Madrid y miembro del Grupo de Trabajo Sanidad y Salud Pública de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, explica que “ha sido un trabajo con muchas comparecencias en un espacio pequeño de tiempo. Debería haberse hecho un diagnóstico más pausado, compartido y exhaustivo de las necesidades del Sistema que la pandemia ha puesto de manifiesto. El resultado es, por ello, un poco corto respecto a lo que la pandemia nos ha enseñado”. Así lo ha explicado durante Encuentro Diálogo Con, organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de Pfizer, en el marco del Proyecto Colaborativo SEDISA para la Investigación sobre la Gestión del Covid-19 (INGESCOV), y dirigido a recoger el análisis y la opinión, en formato entrevista, de líderes políticos sobre la reconstrucción del sistema sanitario tras la pandemia.

Una de las razones de esa falta de profundidad y exhaustividad en el análisis es, según Mónica García, “el gran déficit existente en el tratamiento de la información y en la evaluación de lo que está pasando a través de los datos. Es fundamental poner en marcha políticas públicas en sanidad basadas en la evidencia que aportan los datos y medirlas y evaluarlas. En la reevaluación está la mejora continua”. Es algo en lo que se basa también Joaquín Estévez Lucas, presidente de SEDISA y Fundación SEDISA, quien añade que “debemos tender a la gestión y planificación sanitarias basadas en resultados de salud y económicos e implementar para ello la transparencia en las Organizaciones Sanitarias”.

Precisamente, la evaluación y la medición de resultados debe conducir al impulso de la sostenibilidad del Sistema Sanitario. En palabras de Sergio Rodríguez, director general de Pfizer España, “durante la pandemia se han puesto en marcha muchas iniciativas de forma rápida y ágil y se ha implementado la innovación en procesos y en la forma de trabajar. Es el momento de evaluar, utilizar mejor los recursos y, con ello, mejorar la atención sanitaria que se da a los pacientes”. También la evaluación y la transparencia está presente en la materialización de la participación de los pacientes en el Sistema Sanitario. “En el trabajo en torno al concepto del paciente en el centro, el primer paso es la aportación de información veraz y, de momento, los usuarios no pueden conocer qué ocurre en un centro sanitario para poder elegir”, afirma Mónica García.

Por otra parte, otra de las áreas sobre las que es fundamental actuar, tal y como ha dejado patente la pandemia es, sin duda, la Atención Primaria y la Salud Pública. Según la Diputada Portavoz de Sanidad de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, “la Atención Primaria ha sido uno de los pilares fundamentales de la atención sanitaria a pacientes con Covid-19 y de contención de la pandemia. Es prioritario no solo dotar de más recursos materiales y humanos a la Atención Primaria, también de una reestructuración para obtener una mayor solidez, lo que aportará una mayor eficiencia en la protección de la salud”. Entre las medidas necesarias para ello, Mónica García destaca, entre otras, el análisis y desarrollo de competencias profesionales, el trabajo en red, las unidades de apoyo, la coordinación eficiente con la Atención Especializada, el desarrollo de la Atención Domiciliaria y el aumento de recursos administrativos.

Las carencias y las necesidades de cambio están definidas, pero, en palabras de Sergio Rodríguez, “también es un momento y oportunidad de cambio, de considerar la consolidación de un Pacto por la Sanidad y de profesionalizar la sanidad a nivel estructural”. Para Mónica García, un Pacto por la Sanidad pasa por adoptar un Pacto por la Sociedad y la Economía, algo que imposibilita en gran medida ese gran Pacto: “Los diferentes partidos políticos estamos de acuerdo en la parte filosófica, pero tenemos ideas antagónicas sobre lo que debe ser el Sistema Nacional de Salud y cuando debemos aterrizar a lo concreto, a cómo financiar medidas necesarias, etcétera, no existe el acuerdo. Ello se debe a que se tienen ideas antagónicas sobre la Sociedad y la Economía. No obstante, sí es posible llegar a acuerdos sobre temas concretos que igualmente son cruciales para el Sistema”.

Un acuerdo fundamental es el de la Gobernanza, algo que Joaquín Estévez reivindica en términos de profesionalización y autonomía de gestión de las Organizaciones Sanitarias y que para Mónica García “no es algo en lo que sean válidas las medias tintas. La profesionalización es imprescindible para el Sistema Sanitario. Porque si éste se mueve por la evidencia y no por la competencia es muy negativo”.

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