Salamanca, 6 de julio de 2017.- La actualidad socioeconómica en la que vivimos, las expectativas de los usuarios y la innovación son solo algunos factores que están obligando a todos los agentes que forman parte del sector sanitario a evolucionar: los profesionales sanitarios están siendo cada vez más partícipes en la gestión; los pacientes están tomando una posición más participativa en el sistema, poco a poco, lo que al mismo tiempo les está haciendo tener una mayor responsabilidad y compromiso; la industria trabaja cada día por aportar un valor cualitativo mayor al sistema, también desde la responsabilidad, sin perder de vista la cuenta de resultados pero como un agente comprometido con el sistema y los pacientes, y los directivos están cada vez más convencidos de que deben liderar la transformación del sistema, guiando el modelo sanitario hacia la calidad sin perder sostenibilidad.
Éste es el marco en el que la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y la Fundación SEDISA están celebrando estos días el I Foro Lazarillo de Tormes que, bajo el título de El partenariado en la calidad y eficiencia sanitarias, está dando cita en Salamanca a casi un centenar de directivos de la salud y profesionales de la industria del sector de la salud. “El directivo tiene un papel que puede asemejarse al del Lazarillo de Tormes, en tanto en cuanto debe guiar un sistema sanitario que no asegura por sí mismo el acceso universal, gratuito y equitativo a la sanidad”, explica Joaquín Estévez Lucas, presidente de SEDISA. “Un Lazarillo trabajando por y con el paciente y situando a las compañías de sector en el lugar que merecen. Un lugar en el que, eso sí, las compañías se comprometen a aportar un valor cualitativo más allá del producto que comercializan”.
El Foro ha sido inaugurado por el Excmo. Consejero de Sanidad de Castilla y León de Castilla y León, Antonio Mª Sáez Aguado, quien ha puesto de manifiesto la importancia de las alianzas y proyectos de cooperación que debe haber entre el sector público y las compañías que proveen productos y servicios de salud.
De los contenidos y conclusiones del Foro, SEDISA y Fundación SEDISA publicarán próximamente un documento-consenso sobre el partenariado consensuado con todos los participantes y en torno al que se celebrarán las próximas ediciones anuales de este encuentro. Y es que la obligación de hacer más con menos y con calidad, la limitación de la inversión pública, con riesgo de falta de solvencia, la búsqueda urgente de métodos de participación de terceros y la necesidad de corresponsabilización de todos los actores (administración y gestores, ciudadanos, profesionales sanitarios y proveedores) conlleva a la colaboración público-privada como un medio –que no un fin- hacia la calidad y la eficiencia, así como a la viabilidad en un largo periodo caracterizado por la quiebra del sistema, generada por el déficit y el inmovilismo que conlleva el endeudamiento ante las reformas necesarias.
“En este punto –destaca Estévez- es fundamental determinar algunos puntos cruciales y éticos que deben estar presentes en el marco de la colaboración público-privada en el sector sanitario: el servicio de la salud es un bien público y un derecho universal, quién es el propietario del servicio y un proyecto fundamentado en este tipo de colaboración nunca puede suponer un coste mayor que el mismo proyecto sin colaboración público-privada”. Ahora bien, la situación actual determina que, no solo es la eficiencia el motivo que justifica un proyecto público-privado, sino el resultado que el proyecto aporta, su valor añadido.
Por este motivo, durante el Foro se está poniendo de manifiesto la necesidad de que cualquier proyecto de esta índole sea evaluable según cumplan los objetivos de proporcionar resultados en salud, equidad en el acceso a la innovación y/o a la asistencia sanitaria y procesos asistenciales y sostenibilidad financiera del sistema. “En definitiva, la prioridad del sistema sanitario es la mejora de los resultados en salud, con el paciente de verdad en el centro, en un entorno financieramente sostenible. Y la innovación es la clave de esta sostenibilidad, entendida ésta de una forma global y transversal, fomentando la eficiencia, la corresponsabilización de todos los agentes y la evaluación de resultados en salud”, hace hincapié el presidente de SEDISA.
El programa del I Foro Lazarillo de Tormes está estructurado en tres bloques. El primero centrado en la visión del Sistema desde el punto de vista de los pacientes en dos sentidos: la experiencia en primera persona y la aportación de pacientes y organizaciones de pacientes como punto de inflexión en la transformación del sistema. El segundo en cómo es y debe ser la relación entre directivos y compañías. Y el tercero en cuál es la aportación de las compañías en el partenariado desde dos perspectivas: cómo gira la relación desde los resultados a los acuerdos, contratos, etc. en el partenariado y cuál es la aportación de la industria sanitaria desde el punto de vista sectorial y cómo va desde la innovación a la responsabilidad social corporativa.