• Los estándares de medidas de la calidad, deben tener sentido clínico, ser válidas y fiables, ajustables a la variabilidad de los pacientes (ajuste por riesgos), sensibles a los cambios, robustos, resistentes a la manipulación y, cuando sea posible, conllevar incentivos positivos.
• La estandarización de resultados en hemodinámica es posible aunque técnicamente compleja. Los modelos predictivos son imperfectos y no permiten ajustes precisos para casos extremos. Por ello, es conveniente analizar de forma separada los casos de alto riesgo de mortalidad, como el shock cardiogénico o la parada cardiaca extrahospitalaria, para evitar sesgos.
• Durante el Seminario se han presentado dos proyectos de medición de resultados: el Observatorio de Resultados del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), cuyo portal cuenta desde su inicio con casi 500.000 visitas, y el Registro RECALCAR, de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Madrid, 28 de junio de 2017.- Uno de los primeros pasos para realizar gestión clínica es, sin duda, la estandarización de los datos para medir la calidad asistencial, su obtención, interpretación, etcétera. Quién es el responsable de medir la calidad asistencial y de que ésta no sea buena, quién debe proveer los medios y recursos para medirla de forma sistemática y si debe ser obligatorio medir la calidad asistencial son solo algunas de las cuestiones tratadas en el Seminario de Gestión Clínica que, bajo el título Evaluación de Procesos y Resultados en las Unidades de Hemodinámica, ha celebrado la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de AstraZeneca. Según José Soto Bonel, director gerente del Hospital Clínico San Carlos y miembro de la Junta Directiva de SEDISA, “los clínicos, además de en la parte clínica y asistencial, tienen también un papel fundamental en la gestión de procesos y de la innovación, así como en la satisfacción de los pacientes con el sistema. Para ello ponen una gran perseverancia, actitud y valores, por lo que son un socio necesario y prioritario para los directivos de la salud y la gestión sanitaria”.
Dirigido a jefes de Hemodinámica de hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), el Seminario se ha celebrado con el objetivo de “contar con un foro de debate entre expertos de gestión de las Unidades de Hemodinámica de los hospitales de la Comunidad de Madrid, donde compartir experiencias en evaluación de procesos y resultados clínicos como herramienta eficaz y eficiente de gestión, analizando la situación actual y compartiendo buenas prácticas de éxito”, explica el doctor Javier Goicolea, jefe del Área de Hemodinámica del Hospital Universitario Majadahonda-Puerta de Hierro y director científico del Seminario, quien destaca, además, el hecho de que “en Hemodinámica no ha habido grandes herramientas para medir resultados”.
De hecho, tal y como se ha puesto de manifiesto durante el Seminario, algunos de los modelos de public reporting llevados a cabo en todo el mundo, han suscitado mucha controversia en torno a la precisión e interpretación de los datos. Para mejorar la situación al respecto y/o evitar dicha controversia, el doctor Héctor Bueno, director científico del Área de Investigación Cardiovascular del Instituto de Investigación i+12 y Unidad Coronaria del Hospital Universitario 12 de Octubre, señala algunas medidas: “Proveer los recursos adecuados para asegurar la calidad de los datos, crear estándares nacionales de medidas de la calidad y mejorar el ajuste de riesgo en pacientes de alto riesgo”. De hecho, este experto afirma que “por ejemplo, la probabilidad de muerte puede ser más alta en los centros de referencia, dado que a ellos son enviados los pacientes de mayor riesgo de mortalidad”.
Medición de la calidad asistencial
La medición de la calidad tiene tres apartados: el análisis estructural (medios humanos, materiales y financieros), la evaluación del proceso asistencia, a través de indicadores y estándares, de la evaluación de la productividad y eficiencia, y la medida de los resultados en salud. Éstos últimos se dividen en resultados finales, como la mortalidad, resultados intermedios y salud percibida por el paciente.
Respecto a los estándares de medidas de la calidad, deben tener sentido clínico (con lógica fácilmente entendible y relación estrecha con mejores resultados), ser válidas y fiables, ajustables a la variabilidad de los pacientes (ajuste por riesgos), sensibles a los cambios, robustos, resistentes a la manipulación y conllevar incentivos positivos. Según el doctor Bueno, “la estandarización de resultados en cardiología, en concreto en hemodinámica, es posible aunque técnicamente compleja. Los modelos predictivos son imperfectos y no permiten ajustes precisos para casos extremos y es conveniente analizar de forma separada los casos de alto riesgo de mortalidad, como el shock cardiogénico, para evitar sesgos”. Asimismo, una vez obtenidos, “los resultados deben ser interpretados por grupos multidisciplinares de expertos y utilizados con prudencia”.
Durante el Seminario se han presentado dos proyectos de medición de resultados: el Observatorio de Resultados del SERMAS, cuyo portal cuenta desde su inicio con casi 500.000 visitas, y el Registro RECALCAR. En el primer proyecto, cuyo objetivo es proporcionar los mejores datos, para lo que se han ido incorporando nuevos indicadores, los contenidos son elaborados por un grupo de trabajo de todas las unidades directivas, así como por grupos específicos y una comisión asesora. Además, los centros sanitarios participantes, los profesionales sanitarios y las unidades directivas de los centros que participan son los encargados de revisarlos contenidos.
Por su parte, el Registro RECALCAR, impulsado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y que fue reconocido en el año 2016 por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, analiza, mediante una encuesta dirigida a los responsables, los recursos, actividad y calidad de las unidades asistenciales de cardiología.