Madrid, 23 de mayo de 2017.- En la actualidad, nadie duda de que los hospitales universitarios son instituciones sanitarias fundamentales para la formación de médicos y enfermeros. Pero la labor que ejercen hoy, aportando asistencia de calidad y docencia, ha evolucionado en las últimas décadas. Así, la reforma funcional que se produjo en el Hospital Clínico y Provincial de Barcelona en 1972 marcó el inicio de su actual prestigio y también de la necesaria mejora en el funcionamiento de los hospitales universitarios españoles de la que todos los ciudadanos nos se benefician hoy día.
El libro Una reforma hospitalaria radical y consensuada, editado por el Departamento de Publicaciones de la Universidad de Barcelona (UB) y cuya edición ha apoyado la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), recoge la reestructuración del Hospital Clìnic, las personas que la hicieron posible y las no pocas dificultades que tuvieron que vencerse. Su autor, el Profesor Dr. Miguel Ángel Asenjo, propuso aquella reforma y fue uno de los principales protagonistas de su exitosa realización. En palabras de Joaquín Estévez Lucas, presidente de SEDISA, “desde el punto de vista de la formación y conocimiento en gestión sanitaria, es clave contar con obras como ésta, en tanto en cuanto conforman la base para entender la historia y la evolución de las instituciones sanitarias en los últimos años, analizar y priorizar los retos y poder conducir la evolución que, en definitiva, debe tener la sanidad y el sistema sanitario”.
Tal y como explica el autor, “describir, en forma de crónica, la reforma del Hospital Clìnic es importante fundamentalmente por dos motivos: a) se trata de dar a conocer el desarrollo de un hecho histórico como es la primera reforma trascendente en España de un hospital universitario sobre la que se ha escrito mucho pero nunca en primera persona; b) es un caso práctico para la docencia y aprendizaje de la planificación y gestión sanitaria muy útil para directivos, jefes y estudiantes de Másters o personas interesados en saber el qué, el por qué y el cómo de los cambios organizativos”, explica el Dr. Asenjo. La obra recoge las claves de la mencionada reforma, que giraban en torno, según el autor, a “un ambiente de insatisfacción general de los médicos del hospital, en la que la mayoría de catedráticos repetían las pautas de comportamiento de sus predecesores con muy escasa coordinación, poco desarrollo de las especialidades y nulo de los servicios”.
El inicio de este tipo de reforma, no obstante, se sitúa, en palabras del Prof. Asenjo, en el año 1960 en el Hospital General de Asturias, en cuya gerencia permaneció de 1968 a 1971 y antes en la de la Diputación de Jaén (1966-1968), regido por un Consejo de Administración con nueve miembros (cinco diputados y cuatro representantes de la sociedad civil) y una Gerencia que dependía del citado Consejo. En dicho hospital se inició también, en 1963, el sistema MIR, hoy vigente en toda España. El Dr. Miguel Ángel Asenjo es pionero especialista en gestión sanitaria, director técnico del Hospital Clínic durante casi cuarenta años (1971-2010) e impulsor y fundador en 1973 de la asignatura del doctorado de la UB ‘Gestión Hospitalaria y Economía Médica’, que más tarde sería asignatura troncal de la Licenciatura de Medicina, como Planificación y gestión sanitarias, que impartió primero como Profesor Titular, luego como catedrático acreditado por la ANECA y donde actualmente como profesor emérito de la UB continúa como escritor científico prolífico habitual e impartiendo clases en el Máster de Gestión Hospitalaria y de Servicos Sanitarios, iniciado en 1986.
Una reforma hospitalaria radical y consensuada documenta el contenido y el desarrollo de aquella reestructuración, las personas que la hicieron posible y las no pocas dificultades que tuvieron que vencer. La obra puede adquirse en librerías y Amazon (VER FICHA).
Transformación y retos actuales
“Tras estos años, el Hospital Clìnic ha ido mejorando la estructura y, en general, en toda la asistencia sanitaria que ofrece”, asegura el Dr. Asenjo. Respecto a los retos actuales de la formación en el marco de los recursos humanos, este experto explica que “siguen siendo los de siempre que se concretan en dos: a) que los profesionales se sientan útiles e importantes en su puesto de trabajo y b) que se les reconozca la labor realizada”. Insiste en que mejora lo que: se mide, evalúa y reconoce.La docencia y la investigación son dos motivantes de primer orden y dos pilares de la calidad.
Junto a la transparencia y la profesionalización como un concepto global y tranversal, Miguel Ángel Asenjo destaca el que la formación sea una herramienta estratégica en las instituciones sanitarias: “Los sistemas sanitarios dependen de cómo se armonicen los intereses de los siguientes cuatro grupos: a) los ciudadanos que son potenciales enfermos, ocasionales votantes y frecuentes contribuyentes; b) suministradores de la salud (médicos, enfermeras, compañías farmacéuticas y de tecnología sanitaria); c) gestores y directivos y d) propietarios, que en los servicios públicos son políticos –gobierno y oposición- y en los privados son accionistas”. En esta relación, los intereses fundamentales de los ciudadanos, como enfermos, concreta que son los cuatro siguientes: 1) confianza en los profesionales y en la institución, 2) no esperar en caso de necesitar asistencia, 3) ser informados de todos los aspectos de su enfremedad y 4) no arruinarse en caso de precisar asistencia. “Para ello –explica- es necesario que los profesionales sepan, quieran y puedan, es decir que tengan calidad técnica (formación y tecnología), y empatía, que está basada en la motivación”. Y añade que es la base de todas la religiones: trata a los demás como te gustaría ser tratado. Sin olvidar que la palabra convence pero el ejemplo arrastra. La profesionalización la define como conocimiento y dedicación
En el caso de la formación, este experto concluye que “debe estar presente como línea clave en el plan estratégico de las instituciones sanitarias, tanto dirigida a profesionales sanitarios como a gestores o directivos de la salud”. Y, añade, en general a todos los empleados sanitarios.