Alrededor de 3.300 pacientes en Castilla y León han sido tratados con antivirales de acción directa desde su llega a España en mayo de 2015

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  • El Plan Estratégico Para el Abordaje de la Hepatitis C ha permitido mejorar la accesibilidad y la equidad en el acceso a las innovaciones terapéuticas, una mayor calidad en la asistencia y una mejora de los resultados de salud.
  • En la actualidad, en base a los resultados obtenidos en eficacia, satisfacción de los pacientes y farmacoeconomía, Castilla y Léon está estudiando ampliar el grupo de personas con hepatitis C tratados con antivirales de acción directa.
  • Respecto a los retos, los expertos destacan fomentar el conocimiento en la prevención, detección y tratamiento y, en definitiva, de la educación sanitaria.

Valladolid, 26 de abril de 2017.-  Castilla y León es una de las comunidades autónomas más adelantadas en lo que a la implementación de políticas de salud pública de hepatitis C se refiere. Por ello, dos años después del lanzamiento del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, un centenar de profesionales sanitarios y directivos de Salud de toda la comunidad autónoma se han dado cita hoy en la Jornada Políticas de Salud Pública de Hepatitis C en Castilla y León, que ha tenido lugar en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. En palabras de Rafael López Iglesias, Gerente Regional de Salud de Castilla y León, “el Plan Estratégico Para el Abordaje de la Hepatitis C ha permitido mejorar la accesibilidad y la equidad en el acceso a las innovaciones terapéuticas, una mayor calidad en la asistencia y una mejora de los resultados de salud”. En este sentido, se estima que alrededor de 3.300 pacientes con hepatitis C han sido tratados con antivirales de acción directa en Castilla y León desde su llegada a nuestro país en mayo de 2015.

No obstante, este avance, según el Gerente Regional de Salud de Castilla y León, no hubiera sido posible sin un gran esfuerzo y “un marco de compromiso e implicación de profesionales y ciudadanos que garantiza el mantenimiento de nuestro modelo sanitario y su sostenibilidad”. En este sentido, el encuentro celebrado, que ha sido organizado por la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León (Sacyl) y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de Gilead, ha girado en torno a la evaluación de los resultados obtenidos y los retos que aún quedan por cubrir.

La evaluación, como herramienta necesaria para la introducción de la innovación, debe estar dirigida con objetivos establecidos, seguimiento del cumplimiento de los mismos e incluyendo tanto parámetros de calidad como de eficiencia. “Esto es algo que beneficia al sector y al sistema en general y a cada uno de los protagonistas en particular”, hace hincapié Cristina Granados Ulecia, gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Salamanca y delegada territorial de SEDISA en Castilla y Léon. “Los pacientes obtienen más años de vida y mejor calidad de vida, los profesionales sanitarios el perfeccionamiento y evolución de sus herramientas de trabajo, pudiendo aportar más y mejores resultados en salud, y los directivos de la salud resultados en salud, calidad asistencial y eficiencia. Lo importante, además, es que el resultado económico mejorado vuelve a revertir de nuevo en los beneficios para cada uno de los protagonistas”.

El encuentro ha sido coordinado por el doctor José María Eiros Bouza, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega, y por la doctora Gloria Sánchez Antolín, jefe de la Unidad de Hepatología del mismo centro y ha contado con la participación de José Javier Castrodeza Sanz, Secretario General de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, así como el aval de la Asociación Castellano y Leonesa de Hepatología, la Asociación Española para el Estudio del Hígado, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica y la Sociedad Castellano-Leonesa de Microbiología.

Evaluación de resultados y priorización de retos

Desde la puesta en marcha del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, Castilla y León ha contado con un grupo de trabajo encargado de adaptar las guías recogidas en el mismo. Según la doctora Sánchez Antolín, “se han adaptado y priorizado las estrategias terapéuticas y, en la actualidad, estamos trabajando para ampliar el tratamiento a más pacientes”. Estos pasos, en palabras de la doctora Sánchez Antolín, “están basados en el valor y beneficios del tratamiento con las terapias antivirales de acción directa, a través del análisis de la eficacia y la satisfacción por parte de los pacientes y del análisis farmacoeconómico de las terapias y de la estrategia de eliminar el virus C de la hepatitis”.

Así, esta experta explica que, frente a los tratamientos anteriores, que no eliminaban el virus y que aportaban curación en la mitad de los pacientes, “las terapias antivirales de acción directa atacan directamente el RNA del virus, consiguiendo hasta un 95% de eficacia, medida en Respuesta Viral Sostenida (RVS), con una mayor supervivencia y una tolerabilidad muy buena. Además, han facilitado el tratamiento en fases precoces, con un ahorro en lo que se refiere a la evolución de la enfermedad, cirrosis, trasplante, etcétera”

En cuanto a los retos, el doctor Eiros destaca como principal “lo contemplado en la cuarta línea estratégica del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C: fomentar el conocimiento en la prevención, detección y tratamiento”. Mientras que en las tres primeras líneas estratégicas del plan -cualificación de la magnitud, criterios de tratamiento y estrategias de prevención- “se han dado pasos estamos en un punto muy inicial en lo que se refiere a educación sanitaria”. A este respecto, este experto destaca que “un país no está bien situado sin trabajar en educación sanitaria, lo que supone no solo informar sino también cambiar actitudes de la población y de los pacientes”.

Para ello, el doctor Eiros destaca que una opción muy relevante sería incluso incluir en los planes de estudio, en alguna de las asignaturas de ciencias, un módulo relacionado con las enfermedades infecciosas, con el fin de minimizar el impacto del contagio. “Igualmente” –añade- “es clave trabajar para concienciar a los pacientes que tienen algún riesgo de desarrollar hepatitis C, como aquellos que han tenido una transfusión o quienes han padecido una hepatitis aguda que puede cronificarse”.