Madrid está pendiente de desarrollar la Ley 11/2017, de 22 de diciembre, de Buen Gobierno y Profesionalización de la Gestión de los Centros y Organizaciones Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud, aprobada por unanimidad por las principales fuerzas políticas en la Asamblea de Madrid
Madrid, 8 de octubre de 2020.- La Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) ha anunciado su felicitación a Juan González Armengol por su nombramiento como Viceconsejero de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid y responsable del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). González Armengol era hasta ahora el jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, es presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y miembro de SEDISA.
SEDISA se pone a disposición del nuevo Viceconsejero de Asistencia Sanitaria para trabajar por la profesionalización de directivos y de la gestión sanitaria, clave para mejorar la situación a favor de eficiencia y calidad del sistema y aportar a los pacientes la mejor asistencia sanitaria posible, y solicita el desarrollo de la Ley 11/2017, de 22 de diciembre, de Buen Gobierno y Profesionalización de la Gestión de los Centros y Organizaciones Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud, aprobada por unanimidad por las principales fuerzas políticas en la Asamblea de Madrid, y pendiente del desarrollo de la norma que establezca los procedimientos que deben guiar la designación y funcionamiento de las Juntas de Gobierno de los centros y organizaciones sanitarias, así como el del Código de Transparencia, Ética y Buen Gobierno de las organizaciones del Servicio Madrileño de Salud.
“Los directivos de la salud profesionalizados son el motor de la evolución que el modelo sanitario requiere hacia la calidad, la eficiencia y la solvencia económica”, explica Joaquín Estévez Lucas, presidente de SEDISA y Fundación SEDISA. “el reto es conseguir la profesionalización de la gestión sanitaria a través del desarrollo normativo necesario para que vaya más allá de las meras declaraciones de intenciones, desde un punto de vista global y estratégico, enmarcado en cada sistema sanitario autonómico”. De esta forma, la despolitización de la gestión y la transparencia deben ser un hecho, de forma que el perfil de directivo se establezca como el de un profesional de la gestión, un cargo sometido a una evaluación objetiva basada en resultados asistenciales, económicos, de participación profesional y de liderazgo social, dentro de un código de buena gestión directiva. “Se debe dar un salto cuanti y cualitativo, salvando los factores que hacen de la profesionalización una realidad virtual -explica- como la falta de profesionalización del sistema para la selección y desarrollo de carrera profesional, la desigualdad en cantidad y calidad de las iniciativas autonómicas y los pasos menores dados en la despolitización de los ceses, entre otros”.