¿Qué podemos aprender de la gestión de la pandemia?
El primer lugar, debemos aprender que tenemos la imperiosa necesidad de disponer un robusto sistema nacional de Salud Pública, muy bien imbricado y coordinado con Atención Primaria. Un sistema capaz de detectar precozmente y poner en alerta al Sistema Nacional de Salud en su conjunto, con antelación suficiente, cuando sea necesario. En segundo lugar, debemos aprender a identificar aquellos recursos que resultan estratégicos para el Sistema Nacional de Salud y tener permanentemente asegurado el acceso a ellos, a través de reservas estratégicas o de alianzas estratégicas. En tercer lugar, tenemos que aprender que un debilitamiento del Sistema Nacional de Salud, a través de la reducción paulatina de sus presupuestos, tiene consecuencias dramáticas para toda la sociedad española, y en muchas dimensiones más allá de las sanitarias, como las que se han vivido durante la crisis.
¿Cómo deben reenfocar los Directivos de la Salud su labor en la gestión sanitaria desde ahora? Es necesario orientar el esfuerzo de las organizaciones a la obtención de valor en salud (los mejores resultados en salud posibles al menor coste posible) en vez de a la producción inflacionista de actos asistenciales. La orientación hacia el Valor en Salud exige medir y registrar todo lo que se hace en el plano clínico, compararlo con el benchmark y aprender para mejorarlo. Eso supone también un cambio de hábito de compra, orientándola desde la actual focalización en la cantidad y el precio hacia una compra de soluciones que contribuyan a aportar valor. En la búsqueda de valor en salud, los directivos deben “ceder” soberanía y autonomía a las unidades clínicas y a sus líderes, que deben hacerse más co-responsables, tanto de los resultados en salud que obtienen como en los costes en los que incurren. La obtención de mejores resultados en salud debe estar incentivada.
¿Qué medidas cree que se deben adoptar a medio-largo plazo para conseguir un sistema sanitario sólido, foco de calidad y eficiencia?
Es preciso financiar más y mejor el Sistema Nacional de Salud, no para hacer más de lo mismo, sino para obtener mejores resultados en salud. Es preciso que los centros asistenciales tengan un modelo de gobernanza que facilite la transparencia de los resultados que obtienen, la participación efectiva en su gestión y la profesionalización de su dirección. Es preciso flexibilizar el modelo laboral del sistema público, que permita la atracción y retención del mejor talento y facilite el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles orientados a la obtención de valor en salud.