D. Enrique Delgado. Director Gerente de la Gerencia Integrada de Atención Primaria y Atención Especializada de Soria

D. Íñigo de Diego Marín. Director Económico y de Profesionales Área Sanitaria VIII del Principado de Asturias
23 julio, 2020
D. Francisco de Paula Rodríguez Perera. Director de Estrategia de Medtronic
23 julio, 2020

¿Qué podemos aprender de la gestión de la pandemia?

  • Hubo una agilidad en la gestión como nunca habíamos visto.
  • Se pasó a una asistencia segmentada, no fragmentada, la atención a la Covid-19.
  • Se pasó a trabajar por procesos asistenciales, aunque su evidencia científica era muy endeble.
  • Desaparecieron los servicios. Los especialistas hacían asistencia básica, lo que llevaban años sin hacer.
  • Se hizo una autentica integración multidisciplinaria, con todo tipo de profesionales e, incluso, asumiendo la atención sociosanitaria en residencias.
  • Se aplicó sin problemas la consulta no presencial y si no había medios, se usaba el teléfono.
  • Nadie discutía el nuevo modelo. No había que convencer a nadie. El objetivo estaba muy claro y no había que explicarlo.

¿Cómo deben reenfocar los Directivos de la Salud su labor en la gestión sanitaria desde ahora?

  • Fomentando el cambio. Aprovechando los impactos positivos que ha tenido la pandemia para impulsar los cambios que llevamos años proponiendo para mejorar el sistema, especialmente la atención integrada, el cambio de modelo asistencial orientándolo a las necesidades reales en salud y calidad de vida de los usuarios y la gestión por procesos asistenciales.
  • Preparando los centros para posibles circunstancias adversas excepcionales, pandemias o catástrofes.
  • Descentralizando la gestión y buscando auténticos liderazgos transformacionales.

¿Qué medidas cree que se deben adoptar a medio-largo plazo para conseguir un sistema sanitario sólido, foco de calidad y eficiencia?

Sin dejar de trabajar en mejora continua, accesibilidad, eficiencia, sostenibilidad y solvencia:

  • Acordarnos de las enfermedades infecciosas y dotarnos de:
    • Unidades específicas de infecciosas.
    • Avanzados servicios y tecnologías microbiológicas.
    • Servicios de Vigilancia Epidemiológica integrados con AP y Salud Pública.
  • Servicios de Medicina Preventiva integrados para toda la organización.
  • Servicios de Prevención de Riesgos laborales bien dotados.
  • Una Atención Primaria potente y que recupere sus funciones en Salud Pública. Más enfermería y personal administrativo.
  • Potenciar los servicios de urgencias y diversificar la atención a posibles procesos infecciosos.
  • Planes de contingencia ante situaciones epidémicas estacionales.
  • Planes de reserva (o reescalada si queremos) que permitan la transformación del hospital si fuera necesario. Deben incluir profesionales adecuados, con sistemas de reservistas y formación continuada periódica para estas labores no habituales.
  • Stock suficiente de aparataje, materiales de protección y de diagnóstico y tratamiento para responder a una crisis en situaciones de rotura de mercado. Debería definirse a nivel centralizado y dejar muy claro quién es el encargado de las compras, la supervisión, la logística y los protocolos de utilización.