Las organizaciones sanitarias deben aprovechar el gran poder de actuación que tienen para potenciar la práctica del reciclaje en el marco de su política medioambiental

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Según el Sondeo sobre la implementación de la RSC en las organizaciones sanitarias, realizado en 2018 por el Comité de RSC y Ética de SEDISA, se estima que el 43% de las Organizaciones Sanitarias en España tienen implementada una política medioambiental, pero el 37,22% la tiene implementada pero no del todo y el 19,44% no cuenta con esta política implementada

Madrid, 14 de mayo de 2020.- Este domingo, 17 de mayo, se celebra el Día Internacional del Reciclaje, declarado por la UNESCO como una oportunidad para recordar la estrategia de Reducir, Reutilizar y Reciclar, que busca reorientar el comportamiento de todos los ciudadanos con vista a mejorar el medio ambiente. Los beneficios del reciclaje son diversos, como la reducción del volumen de residuos y, por lo tanto, de la contaminación, la preservación de los recursos naturales, pues la materia reciclada se reutiliza, y el ahorro de energía, reduciéndose la dependencia del petróleo, ya que en principio se necesita menos energía para fabricar un producto de material reciclado que de materia virgen. “Teniendo en cuenta estos beneficios tan diversos pero de mucho relieve para el medioambiente y para la salud de la población y el gran número de materiales y residuos urbanos que se manejan en las Organizaciones Sanitarias, éstas tienen un gran poder de actuación en potenciar la práctica del reciclaje”, explica Anna Rodríguez Cala, responsable del Comité de Ética y Responsabilidad Social Corporativa de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y directora de Estrategia y Responsabilidad Social Corporativa del Institut Català d’Oncologia.

Según el Sondeo sobre la implementación de la RSC en las organizaciones sanitarias, realizado en 2018 por el Comité de RSC y Ética de SEDISA, con el fin de analizar la situación de la implementación de la RSC en las instituciones del sector, priorizar líneas de trabajo y detectar necesidades en formación, desarrollo, etcétera, el 43% de los directivos de la salud que participaron afirmaban que su Organización Sanitaria tenía implementada una política medioambiental, pero el 37,22% estimaba que la tenía implementada pero no del todo y el 19,44% que esta política no estaba implementada. “Las Organizaciones Sanitarias trabajan cada vez más en políticas medioambientales, pero aún queda mucho trabajo por llevar a cabo y, en este sentido, el papel de los Directivos de la Salud es fundamental, en el marco de su compromiso con la salud y de implementar estrategias que la mejoren en sus Organizaciones Sanitarias”, explica Joaquín Estévez Lucas, presidente de SEDISA y de la Fundación SEDISA.

Sin duda, las organizaciones de salud tienen un papel fundamental en la sensibilización y actuación en este ámbito y desde el Comité de RSC y Ética, SEDISA trabaja para concienciar sobre la importancia de hacer en los centros sanitarios una gestión más sostenible, “de la que el compromiso con el medio ambiente (plan de gestión de residuos, sistema de gestión medioambiental, optimización del uso de agua, etcétera) forma parte”, explica Anna Rodríguez Cala. “Por ello, las Organizaciones Sanitarias deben tener un compromiso con la concienciación sobre el medioambiente a sus trabajadores y con la gestión responsable sobre este tema”.

En esta línea, en 2015 se produjo un punto de inflexión con la aprobación por 193 líderes mundiales de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Es una agenda global y universal que contiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para estimular la acción en cinco esferas de importancia crítica: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas. Según el presidente de SEDISA y Fundación SEDISA, “el sector sanitario no puede quedarse fuera de la Agenda 2030, de forma que la marca Salud debe ser un agente activo en el cumplimiento y difusión de los ODS”.