Jose Luis Baquero. Director y Coordinador Científico del Foro Español de Pacientes (FEP)

Guadalupe Fontán. Enfermera del Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería de España. Exalumna del Máster Universitario de Gestión y Planificación Sanitaria de la Fundación SEDISA
7 abril, 2020
Jose Soto Bonel. Director Gerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid
7 abril, 2020

Los profesionales de la Sanidad han dado una vez más muestra, de su vocación y entrega. Que es lo mejor que tenemos en el Sistema Sanitario no nos cabe a nadie duda. No obstante, también es natural su temor por ellos mismos y sus familias, su cansancio, la saturación de recursos, la sensación de impotencia, etc. y debe ser prioridad de sus direcciones, la motivación constante.

Se trata de una situación nueva, que “nos ha pillado” desprevenidos y con muchísima incertidumbre. Al menos la experiencia será útil ante la posibilidad de que se repitiera, pero hay cuatro cosas que espero se produzcan desde este momento:

  1. Que ahora vayamos todos a una y las criticas (que las debe haber) sean solo después, con el ánimo de mejorar
  2. Que las decisiones las tome un gabinete de crisis formada por técnicos al margen de ideologías y no los políticos, condicionados
  3. Que se tomen medidas desde ya, para estar preparados y prevenidos, tanto a nivel de personal, infraestructuras y recursos (la mayor aplicación de la tecnología, por ejemplo, se hace necesaria)
  4. Que todos participemos en no extender la infoxicación (por exceso, inexactitudes, ideológicas y bulos), remitiendo siempre a quienes tienen el liderazgo, que son el Ministerio y las Consejerías de Sanidad de las CC.AA.

Sin duda la Salud es una prioridad para la ciudadanía; y querría destacar cuatro cosas (aunque sin duda, deberán ser más): 1. reconozcamos el empoderamiento colectivo de los pacientes a través de sus organizaciones, como parte del sistema y necesarios para su mejor gestión; 2. si bien toda inversión debe ser hecha eficientemente, las actitudes economicistas llevan a un empobrecimiento paulatino de la calidad asistencial y de la motivación de los profesionales; 3. “más vale prevenir que lamentar” , preparándonos en todos los sentidos, como es por ejemplo, enseñando los hábitos de salud (higiénicos, alimenticios, ejercicio, convivencia, autocuidado, autogestión, eficiencia, etc.) desde la infancia como materia de educación; y 4. el éxito de nuestro sistema pasa por ser mixto, de gestión pública y privada, regulada como esta al igual que en la mayor parte de los países, y deberíamos sacar el mejor provecho de ella al margen de ideologías.