Madrid, 6 de abril de 2017.- El 10,2% de la población entre 40 y 80 años padece Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) en España y se estima que el 73% de los pacientes no está diagnosticado y el tratamiento se inicia en fases avanzadas de la enfermedad. “Se trata de una patología progresiva e invalidante, con frecuentes manifestaciones extrapulmonares y comorbilidades asociadas, de forma que se producen 18.000 muertes por EPOC cada año”, explica el doctor Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid.
La EPOC consume el 2% del presupuesto de la sanidad pública española y supone un gasto que alcanza los 3.000 millones al año (0,2% del PIB). En palabras del doctor Ancochea, “la partida más importante corresponde a los gastos hospitalarios tras una exacerbación, de forma que el 15% de los pacientes consume el 80% de los recursos. Esto justifica totalmente la necesidad de búsqueda de alternativas a la hospitalización convencional”. Así se ha puesto de manifiesto durante el Workshop Interautonómico celebrado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de Air Liquide Healthcare, en el que se han dado cita clínicos, gerentes de hospital y directivos de las áreas asistenciales de comunidades autónomas, con el objetivo de analizar y debatir sobre las prioridades en la atención a los pacientes con terapias respiratorias domiciliarias desde el punto de vista de la gestión y sobre programas para la gestión de las exacerbaciones asociadas a EPOC. Según el doctor Jon Guajardo, Vicepresidente Primero de SEDISA y Director Gerente de la Organización Sanitaria Integrada Barrualde Galdakao, “es fundamental analizar las claves de acceso y asistenciales a la innovación terapéutica en terapias respiratorias domiciliarias con perspectiva de presente y futuro, así como definir y consensuar las prioridades en la gestión de los pacientes con EPOC con exacerbaciones en torno a la calidad y sostenibilidad del sistema, y como paradigma de enfermedad crónica”. De hecho, las conclusiones del encuentro se recogerán en un documento de “buena práctica” desde el punto de vista de acceso, calidad, eficiencia y sostenibilidad.
Programa ALerta
Resultados de diversos estudios indican que el aumento de exacerbaciones asociadas a EPOC supone un incremento del riesgo real de mortalidad en los pacientes y que, asimismo, la ausencia de un programa de seguimiento tras el alta hospitalaria es uno de los factores predictivos de reingreso más importantes. A este respecto, como se puso de manifiesto en el Workshop celebrado, las prestaciones sanitarias y el grado de control de éstas en terapias respiratorias domiciliarias son diferentes en las comunidades autónomas; se cuenta con distintos modelos económicos y de licitación y, en general, las prestaciones son insuficientes para el paciente complejo con EPOC.
En este marco, una herramienta valorada como fundamental por neumólogos, gerentes de hospital y directivos de la salud en general es la puesta en marcha de programas que integren terapia y seguimiento y que permitan mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir los ingresos y exacerbaciones, lo que implica, asimismo, una reducción de costes. Entre éstos, el programa ALerta, diseñado por Care4Chronics de Air Liquide Healthcare para pacientes EPOC frecuentes exacerbadores persigue, en palabras de Iñaki Martín, Director General de Care4Chronics, “la detección precoz de las exacerbaciones gracias a monitorización remota continua y la formación y empoderamiento del paciente, junto con el tratamiento domiciliario temprano a través de equipos asistenciales entrenados”.
Durante el encuentro se ha dado a conocer la experiencia con el programa ALerta por parte de Asisa, con el que han conseguido una reducción muy significativa del gasto asociado al hospital, en el segundo año de utilización.
Entre las claves para implantar un programa como ALerta con éxito destacan, entre otras, la clasificación y selección de los pacientes para su inclusión en el programa, la gestión de los datos por paciente, programas asistenciales, etcétera y que toda la información esté disponible y accesible para los clínicos. En este sentido, respecto a la implantación, el doctor Guajardo añade que “es algo que se debería valorar en las organizaciones sanitarias, pasando del piloto a la implantación generalizada una vez demostrada su efectividad, con el fin de disminuir los costes asociados a las exacerbaciones y garantizar un acceso rápido y equitativo por parte de los pacientes”. En este punto, la financiación ha sido considerada por los expertos que se han dado cita en el Workshop como el “gran problema” para la implantación de programas como ALerta, de forma que incluirlo en los concursos de terapias respiratorias y utilizar fórmulas de riesgo compartido y pago por resultados, son algunas de las medidas que se valoran como útiles.
En definitiva, en cronicidad se necesitan alternativas desde el punto de vista clínico que sean innovadoras que supongan un impulso en el cambio organizativo. En este sentido, la eficiencia es necesaria pero no es suficiente y la EPOC puede ser un paradigma en la atención a pacientes crónicos complejos y un impulsor para otras patologías, en las que la atención integral domiciliaria sea necesaria para el paciente y para el sistema de salud.