Oviedo, 14 de julio de 2016.- Entre los factores que influyen en el origen del incremento de las demoras para la obtención de la prestación asistencial se encuentran: aquellos que tienden a aumentar la demanda (el envejecimiento, la mejora en la accesibilidad a los servicios, la variabilidad clínica, la aparición de nuevos tratamientos y/o técnicas diagnósticas, etcétera), los que limitan la oferta de los servicios, como el nivel de responsabilidad de los clínicos frente a las listas de espera, y factores que posibilitan o dificultan la autorregulación global del Sistema Sanitario entre los que destacan la existencia o no de garantías de espera. Tal y como ha explicado Joaquín Estévez Lucas, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), durante su comparecencia hoy ante la Comisión Especial no Permanente de Investigación sobre las listas de espera en la sanidad asturiana de la Junta General del Principado de Asturias, “estos datos nunca deben usarse como arrojadiza de forma reiterada sino que debe servir como herramienta de planificación y método de organización de los recursos y de la actividad sanitaria. Asimismo, se deben valorar más los tiempos de atención que el número de pacientes en lista, siendo el objetivo a monitorizar la demora media y máxima de los pacientes en lista de espera y la espera media y máxima de los pacientes atendidos”